Zumpango, Méx., Desde el sitio donde se construye el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, actual base militar de Santa Lucía, el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que ya no hay ningún obstáculo para concluir la obra en tiempo, forma y presupuesto.

Al supervisar los primeros trabajos de construcción, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el mandatario se mostró satisfecho, en especial con el ahorro al erario de alrededor de 100 mil millones de pesos respecto de lo que hubiera costado la terminal aérea en Texcoco, cancelada durante su gobierno.

Cuando dio el banderazo aquí, el pasado 17 de octubre, aseguró que la inversión sería de 75 mil millones de pesos y, aun con el pago de bonos y liquidación de las empresas constructoras en Texcoco, el ahorro alcanzaría 120 mil millones de pesos.

Este sábado habló de una economía de alrededor de 100 mil millones y refrendó su convicción en favor de Santa Lucía, para el cual la Presidencia de la República debió enfrentar más de 100 amparos por motivaciones políticas.

Actuamos con respeto a la legalidad y finalmente se aprobó por el Poder Judicial (de la Federación) la construcción de este aeropuerto, y estamos muy contentos porque ya se está trabajando a muy buen ritmo. No hay ningún obstáculo técnico, aseguró.

El plan, destacó, es generar un sistema aeroportuario para la capital del país.

Es así que el Felipe Ángeles será inaugurado el 21 de marzo de 2022, no se cerrará el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y se habilitará la terminal de Toluca (el gobierno comprará 49 por ciento de las acciones que posee una empresa privada).

Acompañado del general secretario, Luis Cresencio Sandoval, y del gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, el Presidente recibió el informe del responsable de la obra, el general Gustavo Vallejo. Este último detalló que sólo en la construcción de pistas el ahorro será de 23 mil millones de pesos, dado que una sola vía en Texcoco habría costado 10 mil 500 millones (y las tres 32 mil millones de pesos), mientras en Santa Lucía se erigirá un sistema de tres pistas (incluidos rodajes, salidas y plataformas) por 7 mil 700 millones de pesos en un tiempo estimado de dos años, expuso.

Para la base hidráulica y de acuerdo con el plan de economizar todo lo que se pueda, se traerá de la truncada obra de Texcoco arena y grava, además de otros materiales, equipo y hasta los campamentos.

Refrendó que no hay obstrucciones, es decir, sí se podrán hacer operaciones simultáneas en dos de las tres pistas programadas, y tendrá un sistema de aterrizajes “a la altura de los mejores aeropuertos del mundo… que no les quepa duda”.

Tanto el mandatario como el general Vallejo explicaron que en Santa Lucía basta con cavar cuatro metros para hallar suelo firme, mientras en la obra del sexenio anterior se necesitaban 26 metros: Si se hubiese construido en Texcoco se iba a estar padeciendo de hundimientos; no sólo iba a costar más la construcción, sino el mantenimiento iba a ser elevadísimo, por el suelo malo, señaló el Presidente.

Por ahora, dijo, la presentada como la obra más grande que se erige en América, lleva un avance de 1 por ciento, pues apenas van seis semanas de trabajo y están en pleno proceso de adquisiciones, cuyos detalles emocionaron al jefe del Ejecutivo, sobre todo lo relacionado con ahorros y reciclaje de materiales.

Santa Lucía, subrayó, significa una economía de miles de millones de pesos.

Rodeado por los ingenieros militares a cargo de la obra, el Presidente señaló que es admirable lo que se ha hecho en poco tiempo. Prometió un informe semanal del avance.

Por la tarde, en Twitter, sostuvo que es impresionante el avance de la construcción y aprovechó para invitar al acto por el primer año de su gobierno: “¡Nos vemos mañana en el Zócalo! No es ‘me canso ganso’ y hacernos pato”.