Los desarrolladores de vivienda están en disposición de trabajar con el gobierno federal en la ejecución del Programa Nacional de Vivienda (PNV) 2019-2024 y han entendido que ahora las cosas en la materia van a cambiar, aseguró Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

“El PNV juntó prácticamente a 400 técnicos, y la gran mayoría eran desarrolladores de vivienda. Ellos están en la plena disposición, y ha habido muy buen entendimiento de que las cosas ahora se tienen que hacer diferentes y que al final de cuentas su utilidad –una utilidad razonable– está asegurada. No hay ninguna confrontación. Hemos sido muy claros en que las cosas tienen que cambiar, tenemos que reorientar la política hacia un modelo mucho más claro, más sustentable”.

Señaló a La Jornada que se tomarán medidas para erradicar la corrupción, por lo que se transparentarán procesos. Explicó que son las autoridades locales las que otorgan los permisos para construir desarrollos. El 115 constitucional deja claro que es el municipio el que tiene las atribuciones para dictaminar los usos de suelo y los permisos en materia de construcción, así como proveer de los servicios y municipalizarlos. Apuntó que se propone la ventanilla única de vivienda y que derivado de ello se pondrán en línea los procesos.

Añadió que se busca transparentar todos los procesos, los procedimientos y tiempos para que el municipio correspondiente pueda otorgar los permisos para la edificación de vivienda.

Según datos del PNV 2019-2024, presentado esta semana, tres de cada 10 usuarios son víctimas de corrupción en los trámites para obtener permisos vinculados a la propiedad.

Meyer Falcón remarcó que la Sedatu ha tenido un muy buen diálogo con diversas agrupaciones empresariales ligadas al ramo, como la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda. Asimismo, en la presentación del PNV la Confederación de Cámaras Industriales expresó su disposición a cumplir los propósitos de esta política.

Hay una interesante reflexión del gremio, de que hubo cosas que se hicieron mal, pero también hubo cosas que se hicieron bien. Hay un buen entendimiento de qué fue lo que pasó, y hay plena disposición de ellos en el sentido de que hay que trabajar para construir modelos de vivienda mucho más adaptados a los entornos.

Acotó que los municipios deben actualizar sus programas de desarrollo urbano para vincularlos a los Atlas de Riesgo en cuanto a las zonas donde no se puede construir por consideraciones ambientales y de disponibilidad de servicios y movilidad.