En la bendición del denominado antimonumento por las víctimas de feminicidio, el sacerdote Alejandro Solalinde pidió perdón a todas las mujeres mexicanas que han sufrido discriminación, maltrato o que han sido asesinadas. De igual manera, por la Iglesia católica, que ha transmitido prejuicios patriarcales y machistas.

En su mensaje, el prelado afirmó que en el gobierno local y federal hay voluntad política para atender la violencia contra las mujeres.

En el antimonumento, ubicado entre Insurgentes y Sullivan en la Ciudad de México, Solalinde expuso que hay situaciones que escapan a las medidas gubernamentales que se toman para combatir este flagelo, como la vigencia de esos patrones culturales judeocristianos y grecorromanos que han impedido que los varones, y también las mujeres puedan erradicarlas.

Se pronunció porque a través de la educación se combata ese problema. Es necesario formarse desde dentro, es cambiar la consciencia con nuevas propuestas y nuevos contenidos.

Frida Guerrera, de la organización Voces de la Ausencia, expuso que la autoridad está rebasada para atender la violencia contra las mujeres. Además, faltan medidas contundentes: Yo no creo en la alerta de género, por ejemplo, en estos discursos donde se instalan mesas que al rato se olvidan.

Respecto al actuar de los jueces que dejan en libertad a los agresores de las mujeres, como el caso de Abril Pérez, Guerrera dijo que se tiene que revisar la perspectiva de género, ya que no puede ser que tengas jueces enfrente de ti que estén escuchando cómo un abogado de la defensa revictimiza y no diga nada.

Señaló que en Voces de la Ausencia llevan el caso de otra mujer que denunció a su agresor y presentó los elementos necesarios para que pudiera ser llevado a juicio por tentativa de feminicidio, pero lo dejaron libre.