Buscar a Laura Karen // Solidaridad en redes // Peligro en transporte público // Confraternice: becas y religión
urante las horas que en la Ciudad de México estuvo desaparecida Laura Karen Espíndola Fabián se generó una intensa movilización virtual, a través de redes sociales, que condensó la enorme preocupación social por la multiplicación de hechos similares a bordo de vehículos del transporte público en la capital del país y su zona conurbada (en especial, el estado de México, donde el gobierno de Alfredo del Mazo es particularmente ineficaz).
La mujer había abordado un taxi la noche del martes en una zona muy concurrida, en las inmediaciones de la estación General Anaya del Metro capitalino. La difusión de un chateo entre Laura Karen y su madre tocó las fibras de todo aquel que vive la angustia cotidiana de saber que una hija o familiar se arriesga al uso de taxis o vehículos conseguidos por Internet, camiones o camionetas de servicio público, Metrobús y el propio Metro, donde el abanico de posibilidades nefastas es amplio y siempre susceptible de materializarse: Mami, este señor se ve bien sospechoso y grosero
, escribió la mencionada mujer, acompañando el texto con dos dibujos expresando llanto.
Luego el silencio, la angustia extrema, la desaparición confirmada y horas después la aparición con vida, en circunstancias que a la hora de cerrar la presente columna no se habían precisado, aunque todos los reportes periodísticos disponibles, a partir de declaraciones de vecinos y familiares, apuntaban a que Espíndola Fabían había llegado sola de regreso a su casa, a bordo de otro taxi que la habría encontrado abandonada, sin mayor daño físico a la vista. Su retorno con vida no habría sido consecuencia de ninguna investigación o protocolo gubernamental. Como en muchos otros casos, familiares y acompañantes de la tragedia (muchos de ellos por la vía cibernética) suspiraron con alivio y agradecieron que la mujer no hubiera sido asesinada.
Que el desenlace no haya sido fatal en este caso no disminuye el temor y terror que viven diariamente mujeres y sus familias. Con una constancia grave se informa en redes de desapariciones, golpes, asesinatos de mujeres, sin que las autoridades de los diversos niveles y jurisdicciones hagan algo que en proporción sea equivalente a la crisis que se vive en esta materia.
Cercano al presidente López Obrador y partícipe también de anteriores actos de oración en Palacio Nacional, Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), reveló que su organización servirá de intermediaria para que becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro sean colocados en empresas donde, recibiendo una aportación de 3 mil 600 pesos cada mes, durante un año, podrían aprender un oficio.
Tal enseñanza es considerada como un ejercicio técnico
pero, conforme a los lineamientos de operación de dicho programa, publicados en el Diario Oficial de la Federación, hay enseñanzas blandas
que pueden quedar a interpretación discrecional. Y Farela considera que ahí bien cabe el darles una hora diaria de doctrina cristiana y espiritual.
Hasta ahora son 7 mil jóvenes becarios los que recibirán esa hora de enseñanza blanda
, de la Confraternice estiman que la cifra será mayor, pues cuentan con la promoción hecha por 25 Servidores de la Nación y centenares de voluntarios. Hasta ahora, sólo participan en este proceso las iglesias agrupadas en la citada confraternidad evangélica, que aseguran son 7 mil.
Astillas
El presidente de la República anunció, en el curso de su mañanera conferencia de prensa, que la semana próxima estará en Sonora y que se reunirá con familiares de los niños que murieron en la guardería ABC… Adrián LeBarón, integrante de la extendida familia que perdió a nueve de sus miembros en un ataque de sicarios del crimen organizado, aseguró que durante el encuentro de él y otros miembros de esa parentela con el presidente López Obrador se realizó una oración conjunta. Entrevistado en Radio Fórmula, dijo que le impresionó haber visto postrados
a los funcionarios. ¡Hasta mañana!
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