El principal objetivo de la subcontratación es que las empresas eludan sus responsabilidades no sólo en términos fiscales, sino también en garantizar a sus empleados varios de sus derechos básicos, por lo que es uno de los factores que mantienen en precarización el mercado laboral en el país, señalaron investigadores y especialistas en el tema.

Héctor de la Cueva, director del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, señaló que la práctica también conocida como outsourcing ha ayudado al sector patronal a evadir su obligación de dar seguridad social a sus empleados, así como respetar su derecho a la organización sindical, acceso a prestaciones e incremento salarial.

Quienes tienen la fortuna de tener empleo de cualquier tipo son menos de la mitad de la población, y la mayoría de los que aparecen en las estadísticas sindicales en realidad están bajo agrupaciones corporativas o de protección patronal. Además, cualquiera que quiera organizarse en un sindicato auténtico se encuentra el obstáculo de que es subcontratado, puntualizó.

En el mismo sentido, Paola Hurtado, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseveró que la subcontratación para lo único que ha servido es para violentar los derechos de los trabajadores, por lo que exhortó a que se pongan candados en la ley, pero sin dejar fuera del debate a empleados y empresas.

Gerardo Hurtado Montiel, también profesor de la FES Aragón, ha encontrado que el outsourcing representa menores costos financieros para los empleadores, ya que se evitan gastos por pensiones o finiquitos. Además, bajo este esquema laboral se puede tener un mejor control del personal, debido a que no existen sindicatos, lo que haría más sencillo prescindir de las actividades de una o varias personas.

César Armando Salazar López y José Nabor Cruz Marcelo han encontrado que aunque se ha reducido la tasa de desempleo en los años recientes, casi 60 por ciento de los trabajadores carecen de seguridad en el empleo, lo que exacerba la precarización del mercado laboral.

Según información del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, 25 por ciento de los trabajadores mexicanos sobrevive con menos de 88.36 pesos al día, lo que representa una bomba de tiempo, pues debido a sus bajos ingresos, las familias no pueden ahorrar y esto generará graves problemas sociales a futuro.

A la situación anterior se suma que la informalidad laboral se estima en alrededor de 58.4 por ciento, y esta gran cantidad de trabajadores no cuentan con prestaciones básicas, como acceso a los servicios de salud, derecho a una indemnización al término de la relación laboral o una pensión de retiro, las cuales son condiciones básicas.