Domingo 8 de diciembre de 2019, p. 10
La proliferación de armas y municiones representa la amenaza más importante para la seguridad humana en el continente Americano, expusieron el jefe de la oficina del secretario de Relaciones Exteriores, Fabián Medina y Judith Marcia Arrieta Munguía, funcionaria de esta misma dependencia, en un artículo para la revista especializada Foreing Affairs Latinoamérica.
En el texto El compromiso de México con el desarme y la paz, exponen que para limitar este armamento se requieren consensos entre los países productores; es decir, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Estados Unidos y México; los importadores, principalmente Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá y Paraguay; los exportadores y los países de tránsito.
Dimensionan la crisis
Exponen que datos públicos muestran el impacto de los daños por el armamento de la delincuencia. Entre 2006 y 2019 las autoridades mexicanas aseguraron casi 223 mil armas, de las cuales 59 por ciento fueron largas y 41 por ciento cortas.
Los estados donde primordialmente fueron asegurados estos pertrechos fueron Tamaulipas, Michoacán, Sinaloa , Guerrero y Chihuahua. También se han confiscado 4 mil granadas y 5.6 millones de municiones. Entre 2012 y 2016 se cometieron 92 mil 541 delitos dolosos de los cuales en 56 por ciento de los casos se utilizó un arma de fuego.
Medina y Arrieta exponen que México regula estrictamente la producción y venta de armas; sin embargo, un reto primordial es el tráfico ilegal y el desvío del armamento, principalmente de fabricación estadunidense, 60 por ciento; europea, 30 por ciento; así como de Brasil y China, 30 por ciento, entre otros.
En su análisis, consideran que para reducir los niveles de violencia, los congresos de México y Estados Unidos deben sostener un debate con una visión regional sobre la prohibición y regulación de la venta, desvío y tráfico ilícito de armas de asalto.
El control de las armas, exportaciones y transferencias debe estar a cargo de las autoridades, con el apoyo de las empresas privadas, y no de la delincuencia organizada trasnacional
, sostuvieron.
Un ejemplo de la necesidad de controlar la posesión y el tráfico de pertrechos es el tiroteo perpetrado el 3 de agosto pasado en un centro comercial en El Paso, Texas, donde fueron asesinadas 22 personas, entre ellos ocho mexicanos, a manos de un civil.
Mañana, la Secretaría de Relaciones Exteriores será sede de un encuentro entre autoridades del gobierno mexicano y embajadores europeos para avanzar en la estrategia para hacer frente al tráfico ilícito de armas que llegan a México.