Juchitán, Oax., Ser muxe para Estrella representa un orgullo a sus 37 años de edad. No es casualidad que se llame así, su nombre y su rostro brillan con fuerza. Es artesana textil, activista y defensora de los derechos humanos. Ocupó la dirección de la diversidad sexual del ayuntamiento de Juchitán en el bienio 2016-2018 y recientemente apareció en la portada de la revista Vogue.

En la región del Istmo de Tehuantepec los muxes son considerados una bendición y asumen el rol femenino a pesar de haber nacido con características físicas de varones.

Sentada en el patio de su casa, en la colonia Cheguigo Saltillo, de la ciudad zapoteca de Juchitán, de donde es originaria, Estrella Vásquez Guerra hilvana los hilos multicolores sobre una prenda en un bastidor de madera. Así son sus tardes desde que se convirtió en artesana textil cuando tenía apenas 10 años de edad.

Su madre, María de Jesús Guerra Aquino, está feliz por los logros de su hija y su mayor anhelo es verla cumplir todos sus sueños. Cuenta que desde los cinco años Estrella comenzó a mostrar que su cuerpo no le pertenecía a un hombre sino a una mujer, y ella la apoyó incondicionalmente porque la ama y la acepta como es: un muxe.

Estoy muy emocionada por todo lo que ha pasado. Para mí es una mujer. Así la quiero y la apoyo en todo lo que hace. Estoy muy feliz porque es una persona trabajadora y respetuosa; es mi compañera de vida, mi orgullo, comentó.

El pasado 18 de noviembre Estrella brilló en el firmamento cibernético tras difundirse en redes sociales su fotografía en la portada de la revista Vogue.

Con este número, que se publicó dentro del marco de la celebración anual de la fiesta de la diversidad sexual conocida como La vela de las auténticas intrépidas buscadoras del peligro, Vogue hizo un homenaje a la comunidad muxe (lésbica-gay) del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca, cuyos integrantes son motivo de orgullo para la sociedad que los acepta y los quiere.

Estrella sonríe al recordar el día en que una de sus amigas le llamó por teléfono para invitarla a una sesión de fotos que se tomarían en Huatulco, a la que acudieron 12 muxes de Juchitán que lucieron los famosos trajes típicos de la región.

De Vogue no sabía nada y decidió participar porque en números anteriores la página principal fue ocupada por dos oaxaqueñas: la actriz Yalitza Aparicio, nominada al Óscar, y la cocinera tradicional Abigaíl Mendoza, cuyos guisos fueron declarados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura patrimonio de la humanidad.

Sus familiares, amigas y comadres no han dejado de felicitarla; incluso la visitan en su hogar y celebran que haya sido distinguida por su belleza, pero también valoran al gran ser humano que es y lo fuerte que ha sido para luchar contra la discriminación que continúa siendo una brecha de la desigualdad social.

Está agradecida del caminar fortalecido que ha sembrado junto con sus compañeras muxes con el único propósito de privilegiar el respeto y la no discriminación.