La desaparición de mujeres es también una expresión de la violencia de género, pero ha sido invisibilizada, aseguraron feministas. Los reflectores se han centrado en feminicidio y agresiones sexuales; sin embargo, según cifras del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), el año pasado se registró la desaparición de más de 11 mil féminas en tan sólo 19 estado del país, de las cuales alrededor de 2 mil están pendientes de localizar.

María de la Luz Estrada, coordinadora general del OCNF, expuso que de enero a junio de 2019 se reportaron 4 mil 592 mujeres y niñas desaparecidas en 11 estados. Entidades como Veracruz, Jalisco y el estado de México tienen alerta de género por esta problemática, señaló.

Expuso que en el caso del estado de México, de 2018 a junio de 2019 se reportaron 5 mil 516 desaparecidas, 50 por ciento tenían entre 10 y 17 años. A la fecha están pendientes de localizar un total de mil 447.

Recordó que en su noveno informe, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer destacó el contexto de criminalidad que se vive en el país. Situación que afecta a las mujeres. Su desaparición tiene que ver con una violencia comunitaria y mucha de ella vinculada a redes delincuenciales.

Estrada expuso que en la desaparición de mujeres no todo deriva en trata de personas con fines de explotación sexual. Indicó que hay casos en los que las víctimas son asesinadas horas después de haber sido raptadas sin conocerse el motivo.

Ana Elena Contreras, del colectivo Las del Aquelarre Feminista, expuso que el principal obstáculo que enfrentan los familiares de las víctimas es que las autoridades les pidan esperar entre 24 y 72 horas para buscarlas. Cuando los organismos internacionales que están especializados lo primero que te dicen es que esas primeras horas son cruciales para recuperarlas.

Además, dijo, las autoridades justifican la ausencia con argumentos como que se fueron con el novio. Nunca se cree en la palabra de familiares o de amigos y amigas que son los que denuncian.

Tanto Estrada como Contreras coincidieron en que las redes sociales han servido como herramienta para buscar a las víctimas, para agilizar la difusión de las alertas. La coordinadora del OCNF expuso que recientemente gracias a ello se presionó a la fiscalía del estado de México para encontrar con vida a una mujer que había sido raptada por elementos de la policía.