La vertiente energética del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, que se dará a conocer en enero de 2020, puede ser la última llamada para afianzar la certeza entre gobierno y sector privado, ya que no se ha logrado vencer la polarización y la desconfianza, aseveró Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (Comener).

Tras señalar que México vive un momento crítico en materia de energía, dijo que, sólo para mantener el actual nivel de producción de petróleo y disminuir su deuda, Pemex requiere, cuando menos, 34 mil millones de dólares cada año, mientras para garantizar un abasto suficiente de electricidad para industria y hogares en los próximos 15 años debe crearse una capacidad de generación similar a la que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construyó en 80 años.

A todo ello tendrían que sumarse inversiones multimillonarias para los eslabones de exploración, procesamiento, almacenamiento, distribución e infraestructura de venta final para operar adecuadamente el sector, apuntó Acra al presidir la entrega del Reconocimiento al Mérito Energético 2019 de la Conamer a Francisco Cervantes, dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Para el Comener, que nació como promotor de consensos en materia energética, la agenda del sector se sustenta en tres ejes fundamentales: expansión de bienestar incluyente para los mexicanos, porque la energía no sólo es gasolina o luz más barata, sino catalizador de empleo e innovación para las cadenas de valor; un sector energético socialmente responsable, ya que las comunidades sede de los proyectos del sector requieren mayor certidumbre, así como la generación de certeza, porque, enfatizó Acra, la certidumbre es semilla de todo proyecto energético.

A su vez, el dirigente de la Concamin reveló que se registran pérdidas millonarias porque las autoridades federales han negado permisos de diversa índole a 51 empresas, la mayoría de energía.

El sector más importante para la economía es el energético, ponderó. Preocupa, dijo, la dependencia que tiene México de las importaciones de gas natural, porque con dos horas que nos cierren la llave nos paran de cabeza, pese a que el país cuenta con más de 90 años de reservas de gas natural, pero lo triste es que se lo están llevando.