Martes 10 de diciembre de 2019, p. 5
El lamentable caso
en el que se vio envuelto el embajador de México en Argentina, Ricardo Valero, será investigado por la Secretaría de Relaciones Exteriores para determinar lo conducente, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, pidió evitar linchamientos públicos
y demandó que no se destruya la dignidad de las personas
, porque todos cometemos errores
.
Durante la conferencia de prensa, al ser preguntarle sobre el video difundido el pasado domingo en el que se ve al embajador sustrayendo ilegalmente una biografía de Giacomo Casanova de la librería El Ateneo, en Argentina, López Obrador ponderó, de entrada, la trayectoria de Valero: yo diría que limpia, en política exterior. Es importante que se sepa, Ricardo Valero es un diplomático de carrera
.
Relató que es una persona muy cercana a Porfirio Muñoz Ledo en todo lo relacionado con la política exterior, con una gran trayectoria diplomática, pues llegó a ser subsecretario de Relaciones Exteriores en sus mejores tiempos, coordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática. Por eso se decidió designarlo como embajador de México en Argentina.
Se da este caso lamentable. La Secretaría de Relaciones Exteriores lo está atendiendo para ver qué procede, que no haya linchamientos públicos, políticos, por eso doy los antecedentes
, dijo López Obrador .
Narró una anécdota de cuando era jefe de Gobierno en la capital, en la que había hecho una cita en una librería del sur de la ciudad con una persona que no llegó. Sin embargo, durante su estancia en el establecimiento un ciudadano le regaló un libro, mismo que no pudo sacar del establecimiento al no poder acreditar con el comprobante de compra su adquisición.
Una semana después regresó a la misma librería, en la cual su propietario, en desagravio, le regaló los 10 tomos de Historia de la Ciudad de México, de Fernando Benítez.
Por eso, añadió, hay errores, porque también eso debe de tomarse en cuenta, todos cometemos errores, todos; yo no sé quién pueda decir que no comete errores. ¿En dónde está la perfección? A lo mejor en la naturaleza, en el Creador, pero somos seres humanos. Entonces, hay que dimensionar las cosas y que sea la cancillería la que resuelva.