Sábado 14 de diciembre de 2019, p. 12
Al revelarse la Encuesta Nacional de Salud 2018, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados expuso la urgencia de legislar a fondo para que las empresas de alimentos de los que se derivan las enfermedades más recurrentes, contribuyan con el fisco en la medida de ese daño a la salud.
Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de ese grupo de trabajo, también reprochó que en la aprobación del Presupuesto 2020 se haya echado abajo el incremento de la carga fiscal a esas empresas, lo que hubiese redituado al erario un monto de 60 mil millones de pesos más. Es necesaria una revisión a los IEPS de bebidas azucaradas, alcohol, tabaco y alimentos no esenciales con alto contenido calórico
. También aludió al Balance Preliminar de las Economías 2019 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se establece que la capacidad recaudatoria del Estado debe fortalecerse mejorando la progresividad de la estructura tributaria; reduciendo la evasión fis-cal con una nueva generación de impuestos relacionados con la economía digital, el ambiente y la salud pública.
No obstante, aún existe disparidad en el resultado de las acciones del gobierno y la realidad, como lo manifiesta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, evidencia que tres de cada cuatro personas mayores de 20 años en nuestro país presentan un problema de sobrepeso u obesidad.
Al compararse con la Ensanut 2012, se observan aumentos en los índices de obesidad y sobrepeso, pues la población mayor de 20 años en alguna de esas condiciones pasó de 71.3 por ciento a 75.2; mientras la de 12 a 19 años aumentó de 34.9 a 38.4; y la de 5 a 11 años de 34.4 a 35.6 por ciento.
Recordó que en noviembre pasado se perdió la oportunidad de incrementar el IEPS de bebidas azucaradas, alcohol, tabaco y alimentos no esenciales con alto contenido calórico y no se legisló en favor de la salud desincentivando su consumo.
“México se encuentra en los primeros lugares de prevalencia mundial de obesidad y sobrepeso, por lo que son necesarias políticas públicas. No debemos ser irresponsables e ignorar los alarmantes datos que la Ensanut 2018 ha dado a conocer. Tenemos que hacer algo por desincentivar el consumo de bebidas y alimentos chatarra, además de recaudar más para el sector salud”, declaró Ramírez.
Además, el consumo de alcohol entre adultos (20 años en adelante) aumentó en casi 10 puntos porcentuales respecto a los datos observados en 2012 y recordó que su ingesta está asociada con mayor riesgo de accidentes, cáncer de mama y deterioro cognitivo en edades avanzadas.