La Organización Meteorológica Mundial (OMM) estima que 2019 será el segundo o tercer año más cálido del que se tienen datos, pues este 31 de diciembre concluirá una década marcada por elevados registros de calor, retrocesos de los hielos polares y subidas sin precedentes en el nivel del mar, así como cambios exacerbados por las emisiones de efecto invernadero. El organismo advierte que las temperaturas medias del quinquenio (2015-2019) y de la década (2010-2019) serán las más elevadas de las que se tiene constancia.

En su declaratoria provisional sobre el Estado del Clima Mundial 2019, la OMM destaca que este año la temperatura media mundial (enero-octubre) se mantuvo aproximadamente 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, muy cerca de los límites establecidos (1.5 grados centígrados) por el panel de científicos de Naciones Unidas para evitar daños irreversibles a los ecosistemas del mundo.

El organismo multinacional destaca que las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo histórico de 407.8 parte por millón en 2018, pero este año no dejaron de crecer. Es un gas, advierte, que permanece por siglos en la atmósfera, y en los océanos durante periodos aún más prolongados, por lo que perpetua el cambio climático.

El informe, cuya versión final se difundirá en marzo de 2020, destaca que el calor acumulado en las aguas oceánicas alcanzó niveles sin precedentes, por lo que se han producido olas de calor marinas generalizadas. La acidez del agua del mar aumentó 26 por ciento desde el inicio de la era industrial, por lo que ecosistemas marinos de vital importancia se están degradando.

Alerta que el valor mínimo de extensión diaria del hielo marino en el Ártico de septiembre de 2019 fue el segundo más bajo desde que se tienen registros satelitales, y en el mes de octubre también se establecieron récords de extensión mínima. Por su parte, en la Antártida, las extensiones de hielo registraron valores mínimos sin precedentes en algunos meses de 2019.

Entre los fenómenos climáticos de mayor impacto este año, además de sequías e inundaciones, están las olas de calor. En 2018, la cantidad de personas vulnerables expuestas a olas de calor aumentó en 220 millones con respecto a la media del periodo de referencia comprendido entre 1986 y 2005.

La variabilidad del clima y los fenómenos meteorológicos extremos son algunos de los principales factores que explican el reciente aumento del hambre en el mundo y una de las causas principales de crisis graves, subraya el informe.