Industria, asignatura pendiente// Trece meses continuos a la baja
l informe del Inegi más reciente sobre la actividad industrial en México revela que en octubre pasado se registró una disminución de 1.1 por ciento respecto del mes previo, mientras en términos anualizados el descenso ha sido de 2.8 por ciento, algo que no contribuye a mejorar los indicadores económicos del país.
Según el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes– la actividad industrial de México se mantiene en recesión, al acumular 13 meses de caídas consecutivas, de tal suerte que sólo la reactivación de la inversión pública y privada podrá revertir la tendencia negativa.
México enfrenta las consecuencias de no tener una política industrial integral y orientada al fortalecimiento de las capacidades productivas de los sectores estratégicos para elevar la generación de empleo y el crecimiento económico. En los meses por venir se deberá atender la consecuencia que la debilidad industrial puede tener para el mercado laboral y el consumo privado: según el IMSS, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019 sólo se generaron 345 mil 700 empleos formales (724 mil 287 mil plazas si la medición es enero-noviembre de 2019).
Lo descrito es muy delicado, porque la recesión industrial doméstica se ha exacerbado por la marcada desaceleración de la industria de Estados Unidos. De igual forma, es necesario considerar que sin una política industrial México enfrentará un contexto complejo para cumplir los requerimientos que, en materia laboral, medioambiental y de contenido regional impone la nueva arquitectura del T-MEC.
con base en la información del Inegi se puede afirmar que la industria mexicana sigue en recesión, la más prolongada desde el periodo 2008-2009. La desaceleración de la industrial en México comenzó en el primer trimestre de 2018, tendencia que se exacerbó a partir del segundo trimestre de 2019 y ya se ha vinculado con el debilitamiento industrial en Estados Unidos, proceso que se inició durante enero del presente año.
La tendencia negativa persiste, por lo que es muy probable que el sector industrial nacional mantenga tasas negativas, tanto para el último bimestre de 2019 como para el primer trimestre de 2020. Dicha situación se desprende de la contracción que exhibe la capacidad potencial de la industria, que sólo se revertirá con mayor inversión, particularmente en los sectores productivos más afectados.
El ramo industrial mexicano no ha tenido crecimiento vigoroso al inicio de los últimos 5 sexenios, pese a la apertura comercial aplicada en este periodo. En la coyuntura se tiene que tanto el ciclo económico de sectores productivos estratégicos (manufacturas y construcción), como de subsectores relevantes (transporte, maquinaria y equipo, por ejemplo) también mantienen una tendencia negativa.
En estos casos hay dos aspectos que se deben mencionar: los ciclos de las manufacturas, transporte y maquinaria y equipo de Estados Unidos igualmente se mantienen a la baja, hecho que incide (además de la debilidad del mercado interno nacional) en el comportamiento del ciclo de las manufacturas en México y vuelve complejo un escenario de rápida recuperación. Además, la capacidad potencial de la construcción y la minería sigue a la baja, de tal suerte que esa tendencia podría comprometer el futuro de las industrias referidas y de otras 50 ramas de la economía.
En octubre pasado retrocedió la mayoría de los componentes principales del sector industrial: construcción (-8.9 por ciento); manufacturas (-1.2) y minería (-2.1). Sólo la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final exhibió crecimiento (4.4).
Las rebanadas del pastel
Quién sabe si el juicio político en contra de Trump logre su destitución, pero ojalá evite su relección. Sin duda sería un gran regalo a la humanidad.
