Los errores como funcionarios no frenaron sus carreras en la IP
Viernes 20 de diciembre de 2019, p. 19
De funcionarios públicos a banqueros y empresarios. Varios de los principales protagonistas de la política económica y financiera cuando explotó la crisis mexicana de 1994 pasaron con los años a ocupar posiciones como presidentes de consejos directivos en instituciones financieras privadas, aerolíneas y negocios en la industria energética.
Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, los dos presidentes que protagonizaron la peor crisis en seis décadas –uno, saliente, el otro, a los pocos días de iniciada su gestión–, y sus equipos económicos intercambiaron acusaciones sobre la responsabilidad. Una economía prendida con alfileres
y una devaluación anunciada, despoblaron las reservas internacionales.
Ello en un clima político sacudido por varios homicidios: el del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, del candidato Luis Donaldo Colosio y del líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) José Francisco Ruiz Massieu, que nutrieron la desconfianza en la inversión.
El precursor de lo sucedido en diciembre de 1994 es Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda con Carlos Salinas de Gortari, quien es economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), e hizo un doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) bajo la tutela de Rudi Dornbusch. Ahí estudió la hiperinflación y la deuda externa que vivió América Latina en los años 80, para una vez en México encaminar al país a la crisis financiera de los 90.
Aspe saneó las finanzas públicas heredadas de la década perdida. Lo hizo a costa de un endeudamiento en moneda extranjera y un peso sobrevaluado. De 1991 a 1994 entraron 67 mil 164 millones de dólares en inversión extranjera a México. Promovió la privatización de bancos y las principales empresas del estado –como Teléfonos de México– para pagar los pasivos del Estado con activos.
Dejó el servicio público en 1994, dos años después fundó Protego Asesores, especializada en banca de inversión. La firma hizo negocio en las deudas estatales. Su primer cliente, el estado de México, gobernado entonces por Arturo Montiel Rojas. Se sumaron el Distrito Federal, con Marcelo Ebrard; Sonora, con Eduardo Bours Castelo, y Puebla, con Rafael Moreno Valle.
Hacia 2003 impulsa los convenios para fundar Volaris, que después presidiría por años. En 2006 la aerolínea comienza a operar con 100 millones de dólares de capital inicial. Carlos Slim, Emilio Azcárraga, Roberto Kriete y el ex secretario de Salinas aportan cada uno 25 millones de dólares. A la par, entre 2003 y 2013 fue directivo de Televisa y desde 1996 y hasta 2001 presidió Vector, de Alfonso Romo, el ahora jefe de gabinete de Andrés Manuel López Obrador.
Luego de que Evercore Partners comprara Protego, Aspe se vuelve presidente de la firma hasta 2017. Bajo su tutela la empresa valuó la compra de Fertinal, una de las plantas que Petróleos Mexicanos –bajo la administración del prófugo Emilio Lozoya– compró a sobreprecio.
Jaime Serra Puche se vuelve el primer secretario de Hacienda con Ernesto Zedillo. Viene de negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la administración salinista como secretario de Comercio y Fomento Industrial.
A tres semanas de que Aspe y Salinas dejaran el gobierno, se decide devaluar el peso en 15 por ciento en vista del endeudamiento encontrado en las finanzas públicas. Serra Puche lo revela a inversionistas y a un día de ello salen en estampida 4 mil 655 millones de dólares de las reservas internacionales, el peso se devalúa tres veces más de los previsto, hasta 44 por ciento.
Ello provocará un aumento en la deuda de los Tesobonos (contratada en pesos, pero con valor indexado al dólar), creados por Salinas y Aspe, que representaban más de 80 por ciento de las obligaciones del sector público y que enfrentaban vencimientos por 3 mil 300 millones de dólares en un mes, ello sin reservas para pagarlos.
El economista de Yale presentará su carta de renuncia a 29 días de haber llegado al cargo. Un año después Serra funda SAI Derecho & Economía, y acumula después experiencia privada como consejero del Fondo México, Tenaris, Vitro y Alpek. Hace no más de seis meses se reunió en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya como presidente del Consejo de Administración de BBVA, banco de origen español.
En su lugar llega Guillermo Ortiz Martínez, subsecretario de Hacienda con Carlos Salinas de Gortari y breve secretario de Comunicaciones y Transportes con Zedillo. Para buscar el pago de las obligaciones extranjeras negoció un paquete de apoyo económico internacional por cerca de 50 mil millones de dólares; ahí comprometió las exportaciones petroleras como garantía y se abrió al 100 por ciento la participación del capital extranjero en el sistema bancario mexicano.
También hizo un ajuste fiscal, se adoptó un tipo de cambio flexible y se instrumentó el rescate bancario, para esto último se usó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, creado desde 1990.
Tras trabajar para el PRI, presidió el Banco de México, que recién había obtenido autonomía. También tuvo cargos en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) fue presidente, como lo es ahora Agustín Carstens.