Viernes 20 de diciembre de 2019, p. 25
Moscú. En medio de una completa confusión, circula información contradictoria e incompleta sobre los motivos, el número de víctimas causadas y la identidad de la persona que atacó la tarde de este jueves la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso), en la plaza Lubianskaya, en pleno centro de esta capital.
La versión oficial –dada a conocer poco después de informar que uno de los guardias que vigilan la entrada abatió al agresor– habla de un muerto y cinco heridos de bala, al tiempo que asegura que el sujeto no logró ingresar al edificio
.
Primero se dijo que, según una fuente de la seguridad del Estado, eran tres los atacantes y que abrieron fuego con pistolas; después, se empezó a habar de un solo individuo, vestido de militar, armado con un fusil automático Kalashnikov y que llevaba una mochila aparentemente con una o dos granadas.
En un video subido a Internet por un testigo, puede verse el momento en que sobre las 7:15 de la noche combatientes de una unidad de despliegue rápido del FSB disparan a un individuo con pasamontañas negro y una mochila que se había agazapado detrás de una columna de un edificio, y que aparentemente murió en el acto.
De acuerdo con numerosos testimonios, la gente comenzó a correr despavorida ante el griterío que provocó la repentina aparición de hombres fuertemente armados, que después se supo eran integrantes de unidades del FSB.
De modo paralelo, numerosas patrullas cerraron el acceso peatonal y vehicular en varias calles colindantes con el que es uno de los edificios más protegidos de Moscú, a unos pasos del Kremlin y de la sede de la oficina de la presidencia rusa.
Frente al alud de videos grabados con teléfonos por testigos que inundó las redes sociales –en contraste con el extraño silencio de los canales de la televisión pública que no consideraron necesario suspender sus emisiones para informar de la balacera–, las autoridades dijeron que todo estaba bajo control.
Casi a la misma hora que ocurrieron los hechos el presidente Vladimir Putin subió al escenario del Palacio del Kremlin para felicitar a sus antiguos colegas del KGB soviético, antes del concierto de gala dedicado a la fiesta profesional de quienes trabajan en el FSB.