Abogados buscan evitar su extradición a EU
Acusan a empresa española de ser cómplice de Washington
Sábado 21 de diciembre de 2019, p. 19
Madrid. El periodista y activista australiano Julian Assange acusó Estados Unidos de someterlo a espionaje y vigilancia ilegal durante su estancia en la embajada de Ecuador en Londres, donde fue grabado y escuchado sin autorización. El experto informático, quien saltó a la escena política internacional con la filtración de cientos de miles de documentos clasificados a través de su plataforma Wikileaks, tuvo que pedir asilo político en la legación de Ecuador en Londres en junio de 2012.
Durante su declaración desde el tribunal de Westminster en videoconferencia, Assange señaló a la empresa española Undercover Global como cómplice del espionaje, por ser encargada de la seguridad privada de la embajada, y a su dueño, David Morales, quien fue detenido en septiembre y posteriormente puesto en libertad con medidas cautelares.
Assange reiteró ante el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que desconocía absolutamente
que las cámaras de la embajada grabasen audio o que hubiese micrófonos ocultos en lugares como la base de PVC de los extintores. Agregó que sospechaba que lo vigilaban y que por eso mantenía reuniones en lugares inusuales de la embajada ecuatoriana, como los baños o habitaciones cerradas.
Su abogado también informó que Assange se encuentra en un estado muy precario de salud
tras los años transcurridos desde que se refugió en la legación diplomática ecuatoriana y ahora en la prisión londinense, pero que confía en que la justicia española aclare el espionaje al que fue sometido por órdenes de Estados Unidos.
Uno de los argumentos que presenta la defensa de Assange para que se rechace su extradición es precisamente que se vulneraron sus garantías como preso y ciudadano al ser espiado en las conversaciones privadas con sus abogados.
Desde que se inició el proceso, la policía española rastreó la pista de Undercover Global, que está acusada de delitos contra la intimidad y el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, así como de blanqueo de capitales. Según la querella, el propietario de Undercover llegó a encargar a su personal que robara el pañal de un bebé que visitaba regularmente a Assange
para hacer una prueba de ADN de las heces del niño y averiguar si era hijo del activista, aunque la iniciativa se frustró porque trabajadores de la compañía alertaron a la madre para que el menor no volviera a la legación diplomática
.
Undercover Global se hizo cargo de la seguridad en la embajada de Ecuador en Londres entre 2015 y 2018, periodo en el que Morales supuestamente experimentó un incremento patrimonial notable
.En un principio, la seguridad, que fue subcontratada a su empresa, consistía en un circuito cerrado de cámaras sin sonido, pero, tras varios viajes a Estados Unidos, el empresario pidió a un grupo de empleados que instalaran cámaras con audio y con posibilidad de acceder a las grabaciones en tiempo real, y micrófonos ocultos para captar reuniones confidenciales de Assange.
En 2012, el gobierno del entonces presidente ecuatoriano Rafael Correo le concedió el asilo político a Assange y años después la nacionalidad, por lo que permaneció recluido en la embajada hasta abril pasado, cuando el actual gobierno de Ecuador, de Lenín Moreno, le retiró el asilo político y la nacionalidad, con lo que la policía británica ejecutó de inmediato la orden de detención en su contra.