Buenos Aires. El presidente boliviano en el exilio, Evo Morales, convocó ayer a sus partidarios a un acto en la frontera entre Argentina y su país para el domingo 29, cuando su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), anunciará a su candidato presidencial para las próximas elecciones generales.

Esta madrugada decidí convocar a los compañeros del MAS para el otro domingo en la frontera entre Argentina y Bolivia, donde vamos a elegir a nuestro candidato con vistas a los próximos comicios, dijo Morales a Radio La Red.

El mandatario boliviano, refugiado en Argentina, no precisó el lugar del encuentro, pero la prensa local señala a las ciudades de Orán o Salvador Mazza, en la provincia de Salta, como puntos posibles.

El gobierno argentino me va a acompañar para asegurar la seguridad y calculamos que asistirán unos mil dirigentes, afirmó.

Morales, quien estuvo casi 14 años en el poder, dimitió el 10 de noviembre luego de que la cúpula militar le sugirió renunciar tras semanas de protestas contra su relección el 20 de octubre.

Morales destacó que la Organización de los Estados Americanos, que realizó una auditoría a las elecciones, habla de irregularidades, no de fraude electoral.

El presidente en el exilio sostuvo que la oposición a su proyecto político esconde el odio contra la comunidad indígena. Acá el problema es el voto indígena, aseguró.

Sobre él pesa una orden de detención emitida por la fiscalía tras una denuncia por sedición y terrorismo impulsada por el gobierno de facto de Jeanine Áñez.

Cuando llegué a Argentina, llegué triste y decepcionado tras sufrir el golpe en mi país, confesó Evo, quien inicialmente se exilió en México y tras un fugaz viaje a Cuba, llegó a Buenos Aires donde el nuevo gobierno de Alberto Fernández le concedió estatus de refugiado.

Argentina no reconoce al gobierno de Áñez, quien ha convocado elecciones en Bolivia, aún sin fecha prevista.

Cerco policiaco

Por otro lado, la embajada de México en La Paz, donde se encuentra asilado el ex ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, con otros miembros del gobierno de Morales, está cercada por la policía y los servicios de inteligencia, denunciaron en redes sociales.

Además la casa de Quintana, quien también fue acusado de sedición, fue nuevamente allanada y fueron detenidas dos mujeres, quienes cuidaban de la vivienda.