A más de cinco años del recorte de siete de las nueve plazas de maestros que impartían clase en la telesecundaria 190 José Vasconcelos, ubicada en Nezahualcóyotl, estado de México, ésta sigue operando contra viento y marea, con el apoyo de padres de familia, maestros jubilados y docentes que atienden a 80 jóvenes de escasos recursos que no tendrían otra opción para estudiar, afirmó su director José González Figueroa, quien enfrenta desde hace más de tres años un proceso de cese por oponerse a la aplicación de la reforma educativa.

Destacó que desde hace 15 años, las autoridades educativas del estado de México han intentado cerrar el plantel, pero hemos resistido gracias al apoyo de muchos compañeros, y sobre todo de la comunidad, que se ubica en una zona de mucha pobreza e inseguridad. Agregó que pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha hecho muy tortuoso el proceso de reinstalación en nuestras plazas como docentes, no vamos a permitir que se cierre una escuela que ha operado por más de 40 años en apoyo a su comunidad.

En entrevista, destacó que luego de años de solicitar apoyo para la infraestructura de la escuela, se logró que enviaran a una cuadrilla de trabajadores para pintar las instalaciones y realizar algunas labores de mantenimiento, pero de la recuperación de las siete plazas docentes no hay nada, pese a que hemos demostrado que existe demanda de ingreso a la escuela, y de que aún es necesario dar una opción a decenas de jóvenes que, de no estar estudiando, estarían en las calles.

Reinstalación, la demanda

González Figueroa señaló que otra petición urgente a la SEP es que se cumpla con el compromiso público del presidente Andrés Manuel López Obrador de reinstalar a todo maestro cesado por la lucha contra la reforma educativa. Es mi caso y el de mis compañeras Nimbe Ortega Herrera, Elizabeth Ruiz Cortés, Verónica Rodríguez Ramírez y Teresa Pérez; estamos a la espera de una pronta respuesta, pues las autoridades tanto de la Secretaría de Educación estatal como federal no han concretado nuestra reinstalación, a pesar de que hemos demostrado que fue una arbitrariedad, lo que ha implicado casi cuatro años sin recibir nuestro salario.

Destacó que si bien mantiene su plaza de director en la Telesecundaria 190, desde hace más de tres años fue cesado de su plaza de maestro de historia en la Secundaria Diurna 301 de la Ciudad de México, cuyo turno vespertino desaparecieron, luego de mi cese, pese a que se atendía a más de 200 alumnos.

No vamos a quitar el dedo del renglón ante las autoridades educativas federales y locales, insistió. Sabemos que nos asiste la razón, tanto en la lucha que hemos dado por mantener abiertos espacios educativos que aún tienen demanda entre la población como en la resistencia que dimos para que no se impusiera la mal llamada refor-ma educativa.