Sábado 28 de diciembre de 2019, p. 16
Bogotá. El presidente de Colombia, Iván Duque, relevó ayer de la comandancia del ejército al general Nicacio Martínez, quien es cuestionado por la oposición y organizaciones internacionales por ejecuciones extrajudiciales de civiles realizadas por tropas bajo su mando.
Hemos tenido una conversación profunda y hemos tomado la decisión después de esta conversación para que el general Nicacio de Jesús Martínez deje la comandancia del ejército
, declaró Duque en la presidencial Casa de Nariño.
Rodeado de la cúpula de la fuerza pública, entre ellos Martínez, el mandatario conservador aseguró que el general deja el cargo que asumió en enero de 2019 a su pedido por motivos familiares
.
El general Eduardo Zapateiro será el nuevo jefe del ejército. El oficial lideró en 2008 la operación que resultó con la muerte del comandante de la disuelta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano, que provocó tensiones diplomáticas con el entonces gobierno de Rafael Correa.
Martínez, ascendido a general de cuatro soles por el Senado en junio, es señalado por organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) de comandar una brigada investigada por asesinatos de civiles y vínculos con paramilitares de ultraderecha.
El alto oficial fue el segundo comandante entre 2004 y 2006 de la décima brigada del ejército, que opera en el norte del país.
La fiscalía colombiana abrió investigaciones sobre 23 ejecuciones extrajudiciales, conocidas en Colombia con el eufemismo de falsos positivos
, perpetradas por soldados de esa unidad en 2005, informó HRW.
Además es investigado disciplinariamente desde mayo por la Procuraduría, que vigila a los funcionarios públicos, tras la publicación de un artículo ese mes del diario The New York Times sobre que ordenó a un mando militar duplicar el número de muertes en combate, capturas y rendiciones de guerrilleros, a cambio de incentivos económicos o recategorizaciones de puestos.
Falsos positivos
Los falsos positivos
, el mayor escándalo de las fuerzas militares en seis décadas de lucha contra grupos rebeldes, acabaron con la vida de al menos 2 mil 248 personas.
El 59 por cientos de esas muertes ocurrió entre 2006 y 2008 bajo el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe, mentor de Duque. Los militares engañaban a jóvenes para llevarlos lejos de sus hogares, asesinarlos y presentarlos como guerrilleros abatidos en combate.