La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) propuso al gobierno replantear y reorientar su política agroalimentaria, sobre todo en relación con la producción de maíz.

Juan Pablo Rojas Pérez, presidente de la CNPAMM, calculó que la producción de maíz en 2020 será de 20 millones de toneladas, mientras el consumo oscilará entre 44 y 45 millones de toneladas; la diferencia para satisfacer la demanda se tendrá que importar, con lo cual México se consolidará como país número uno en el mundo en la importación de este grano, añadió.

El dirigente consideró que actualmente la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) despliega una política agroalimentaria limitada y no consensuada con las organizaciones de productores.

Destacó: Para contrarrestar tal condición y disminuir la brecha que existe de dependencia alimentaria se requiere una política económica agrícola productiva, integral, diferenciada e incluyente, pues ahora lo que hay es una política electorera donde el gobierno se caracteriza por regalar dinero.

Añadió que aunque se pregone que la demanda de maíz blanco en México está satisfecha, se trata de una mentira porque prevalecen los problemas de desabasto en distintas regiones del país. La Sader y sus directivos lo saben.

Recordó que en gobiernos anteriores la política agrícola, aunque con limitantes, se consensuaba con las organizaciones gremiales y representantes de los productores en el Consejo Mexicano de Desarrollo Rural Sustentable, y hasta cierto punto se respetaba a la Ley de Desarrollo Rural Sustentable sin dejar de lado que existían reglas de operación para cada programa de apoyo al sector.