Buenos Aires. Los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, respectivamente, ordenaron ayer el congelamiento de los salarios de los legisladores y empleados políticos del Congreso durante 180 días, como una forma de contribuir con la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, sancionada la semana anterior sin el acompañamiento de la oposición de Juntos por el Cambio.

Fernández de Kirchner y Massa consideraron que de esta manera contribuyen con mayor austeridad en la función pública y que esta ley declaró la emergencia económica y social para socorrer prioritariamente a los sectores sociales en situación de vulnerabilidad y dentro de la acción que se desarrolla contra el hambre, que afecta a millones de argentinos.

Esto sucede después de la reunión convocada por el presidente Alberto Fernández a la que concurrieron empresarios, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación General del Trabajo, sindicatos, movimientos sociales y otros comenzando la conformación de un pacto social enunciado durante la campaña electoral por el mandatario.

De la reunión surgió el respaldo al gobierno para la negociación de la deuda, como lo expresó al finalizar el encuentro, Miguel Acevedo, el presidente de la UIA, quien sostuvo que si no logramos aumentar la producción y salir de la recesión, no vamos a poder contratar más gente y subir salarios. Todo está encadenado. Añadió que continuarán las reuniones y que los industriales son muy positivos.

Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social después de explicar que la mesa de enlace de las empresas del campo no pudo asistir por razones institucionales, afirmó que el agro está en la línea del espíritu del acuerdo firmado por todos los representantes asistentes a la reunión. En conferencia de prensa el ministro, cuya primera acción fue la creación y entrega urgente de una tarjeta alimentaria que se está distribuyendo en todo el país a más de 4 millones de personas en pobreza extrema opinó que el encuentro es un hecho inédito por haber reunido a todos los sectores involucrados en la producción. Confirmó que a partir de este momento arranca una etapa de diálogo con dos objetivos: resolver lo urgente y diagramar un proyecto para los 45 millones de ciudadanos.

Agregó que Argentina tiene vocación de pago con el FMI, “pero con los 45 millones de argentinos adentro. La tarea es empezar con los de abajo en un esquema solidario (…) en 17 días se ha empezado a mover la economía desde abajo, con el bono, la tarjeta alimentaria, la Asignación Universal por Hijo, factores que van a mover la dinámica local. Muchos argentinos no están en cero, sino en menos 10”.