Madrid. Los más de 392 mil bebés nacidos en el mundo en el primer día de 2020 no tienen asegurada su sobrevivencia, advirtió ayer el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que además afirmó que más de la mitad nacieron en ocho países: India (67 mil 385), China (46 mil 299), Nigeria (26 mil 39), Pakistán (16 mil 787), Indonesia (13 mil 20), Estados Unidos (10 mil 452), República Democrática del Congo (10 mil 247) y Etiopía (8 mil 493). Ante esta elevada cifra, Unicef hizo un llamado tanto a los líderes mundiales como a las naciones para capacitar a los trabajadores sanitarios con conocimientos y materiales adecuados.

En este sentido, destacaron que 2.5 millones de recién fallecieron durante su primer mes de vida el año 2018, casi un tercio de ellos en su primer día de vida. De ese grupo, la mayoría murió por causas prevenibles, como un nacimiento prematuro, complicaciones durante el parto y afecciones como la sepsis. A esa cifra hay que añadirle que anualmente más de 2.5 millones de bebés nacen muertos.

Urge invertir en el sector salud

Así, mediante su campaña Cada Vida Cuenta, el organismo instó a realizar una inversión inmediata en capacitación y equipamientos de los trabajadores sanitarios que sirva para garantizar que todas las madres y los recién nacidos reciban la atención adecuada para prevenir y tratar las complicaciones durante el embarazo, el parto y el nacimiento.

Pese a los destacados avances en mortalidad infantil durante las tres décadas recientes, con una disminución del fallecimiento de menores de 5 años superior a 50 por ciento, resalta la lentitud de los avances relacionados con los recién nacidos. La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, afirmó al respecto que el comienzo de un nuevo año y una nueva década es una oportunidad para reflexionar sobre las esperanzas y aspiraciones, no sólo para el futuro propio, sino para la de aquellos que vendrán después.