A tres días de que entró en vigor la prohibición de dar bolsas de plástico en comercios capitalinos y de que se anunció una prórroga de 15 más para aplicar sanciones a quienes incumplan la medida, aún existe desconocimiento entre locatarios, expendedores y consumidores.

En un recorrido por dos mercados de la zona sur de la ciudad y tiendas de abarrotes y verduras, se corroboró que algunos dependientes ya recurren a los cucuruchos de papel, los cuales se usaban décadas atrás; otros están preparados con bolsas de tela, de malla, hechas de costal, de plástico reusable e incluso canastos.

Las de costal y plástico reusable se venden en 10 y 12 pesos.

En los mercados de Portales y de Coyoacán se observó que muchos vendedores aún tienen colgados sus rollos de bolsas de un solo uso. Al preguntarles por qué las siguen usando, la mayoría responde que las utilizarán hasta que se acaben sus dotaciones, pues hay prórroga. Otros arguyen que a quienes sancionarán son a los grandes empresarios de plástico de un solo uso, si siguen vendiendo el producto, y otros sólo se encogen de hombros y exponen que la gente no está acostumbrada y no vienen preparados para la compra, entonces no queda de otra y se las proporcionan.

En los mercados se observó a muchas personas provistas de sus bolsas de tela para llevar su mandado. Algunos puestos tenían apilados sus cucuruchos, cuya fabricación se convierte en un desafío para las nuevas generaciones. Samuel, veinteañero, reconoció que debió recurrir a un tutorial de YouTube, para hacer cucuruchos aceptables.

Pero los puestos de carnes, pollo y comida para llevar, siguen usando bolsas de un solo uso.

En dos verdulerías de la colonia Portales Sur, los vendedores solicitaban papel periódico para hacer cucuruchos e incluso preguntaban a sus clientes si tenían para que les dieran o vendieran. Uno de los dependientes narró que en una pollería incluso les daban el pollo en la mano, mientras agarró una hoja de periódico y puso el kilo de jitomates que estaba vendiendo, en tanto que un cliente le sugería aprender a hacer cucuruchos, pues su envoltorio dejaba mucho qué desear.

Diversas agrupaciones ambientalistas han advertido que esta medida es buena, pero insuficiente. La Alianza México sin Plástico ha señalado que las modificaciones a la ley de residuos sólidos de la capital incluye falsas soluciones, tales como los bioplásticos.