La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP),confirmó que el gobierno federal llevó a cabo una operación para refinanciar pasivos en los mercados internacionales, con una emisión de 2 mil 300 millones de dólares. En un comunicado señaló que es la primera acción del año realizada por un emisor soberano de América Latina.

“Con ello, México reafirma su liderazgo dentro del grupo de economías emergentes, y además facilita el acceso a los mercados internacionales para otros emisores mexicanos tanto del sector público como del privado “.

Del financiamiento obtenido, mil 500 millones de dólares son de la emisión de un nuevo bono a 10 años, con vencimiento en abril de 2030; y 800 millones de dólares de la reapertura de un bono con caducidada enero de 2050, que fue emitido originalmente en julio de 2019.

Con ambas transacciones la Federación alcanzó a cubrir el ciento por ciento de las amortizaciones de deuda externa de mercado local programadas para 2020 y alrededor de 58 por ciento de las necesidades totales de financiamiento externo del gobierno programadas para este año.

Además, sostuvo Hacienda, se mejora el perfil de vencimientos del portafolio de deuda externa de mercado del gobierno federal al intercambiar bonos denominados en dólares con vencimiento a corto y mediano plazos, por un bono extendido, y se mantiene una curva de rendimientos en dólares líquida que facilita el acceso de otros emisores de los sectores público y privado del país a los mercados internacionales.

La operación de financiamiento alcanzó una demanda máxima de 14 mil 700 millones de dólares, (6.4 veces el monto colocado) y contó con la participación de 350 inversionistas institucionales a nivel global. México obtuvo la tasa cupón más baja en toda su historia para bonos denominados en dólares: 3.250 por ciento anual.

De manera adicional, el gobierno llevó a cabo un ejercicio de manejo de pasivos por mil 500 millones de dólares, el cual consistió en dar a los tenedores de bonos denominados en dólares con vencimientos entre 2022 y 2028 la opción de intercambiar sus bonos por uno nuevo a 10 años o por efectivo.

Destacó que las condiciones financieras alcanzadas en ambas transacciones resultaron favorables para México. Ello, combinado con la extensa participación del público inversionista, muestra la fuerte confianza tanto en el manejo macroeconómico como en las finanzas públicas de México, consideró la SHCP.