Jueves 9 de enero de 2020, p. 5
En la ruta del Tren Maya tres o cuatro zonas arqueológicas podrían abrirse al público, adelantó Pedro Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Destaca la región de Kulubá, Yucatán, donde recientemente se confirmó la existencia de un palacio (La Jornada, 26/12/19).
Ubicada 35 kilómetros al sureste del municipio de Tizimín, Kulubá avanza de manera sostenida en el estudio y recuperación de su esplendor. Trabajadores del INAH exploran y consolidan el grupo C del asentamiento, a la par de acciones de conservación en sus acabados arquitectónicos, proyecto a cargo de arqueólogos y restauradores.
El palacio es una construcción de unos 55 metros de largo por15 de ancho y 6 de altura; sus vestigios apuntan a dos fases de ocupación: una en el Clásico tardío (600-900 dC) y otra en el Clásico terminal (850-1050 dC).
Las otras zonas que podrían habilitarse están en Nadzcaan (Campeche) e Ichkabal (Quintana Roo).
Localizada en 1993, por el arqueólogo Florentino García Cruz, quien le dio su actual nombre,Nadzcaan es una ciudad emplazada en una meseta y conformada por tres grupos arquitectónicos construidos en el Clásico (250-1000 dC). Conserva varios monumentos conmemorativos y en uno se grabó el glifo emblema de Calakmul. También se pueden apreciar dos plazas, 10 edificios y un juego de pelota en el que se aprecia la transición del estilo Petén al Río Bec.
Ichkabal, ‘‘entre bajos’’
Ichkabal está al poniente de la laguna de Bacalar, rodeada de gran cantidad de asentamientos prehispánicos menores y muy cerca de la zona de Dzibanché. Su nombre, que significa ‘‘entre bajos” le fue asignado en 1995, cuando los primeros arqueólogos llegaron al lugar acompañados de guías locales.
‘‘La finalidad de habilitar estas zonas no es para evitar el saqueo; por el contrario, se trata de garantizar al visitante una estancia adecuada, cómoda, didáctica y que realmente se lleve una experiencia grata en estos espacios”, explicó Sánchez Nava, luego de la conferencia efectuada el martes en la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde se informó que el gobierno mexicano restituirá 37 vestigios a Perú. Respecto del plan de manejo de la ruta del ferrocarril, confirmó que ya recibieron el primer paquete de vuelos lidar (light detection and ranging), que permiten determinar la topografía del terreno.
‘‘Ya podemos empezar a trabajar, aunque estamos validando las características técnicas que requerimos para verificar si es un producto que cumple con los requisitos. Quizás en unos 15 días estaría ingresando el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) al proyecto ejecutivo de la primera etapa de Palenque-Mérida que permitirá al INAH diseñar el proyecto arqueológico que acompañará la obra.”
Sánchez Nava afirmó que las comunidades indígenas aceptaron de forma unánime el proyecto.
‘‘Acudimos a 15 asambleas realizadas en diferentes comunidades y en todas aceptaron el proyecto. Nosotros no autorizamos trenes, ni presas, lo que hacemos es procurar que el patrimonio se conserve, se proteja, se investigue y se divulgue.
‘‘Si hay basamentos piramidales importantes, el tren se tendría que desviar; eso es indiscutible.”
En unos seis meses, estimó, se espera recibir la segunda etapa que va de Mérida a Cobá pasando por Cancún, Chetumal y Escárcega.