Los precios del petróleo cayeron más de 4 por ciento este miércoles, en un vuelco brusco tras haber subido a un máximo de cuatro meses en el comienzo de sesión, luego de un ataque iraní a fuerzas estadunidenses en Irak.

La mezcla mexicana de exportación cedió 2.49 dólares (4.24 por ciento) al quedar en 56.12 dólares por barril, de acuerdo con el precio de cierre de sesión publicado por Pemex.

El comportamiento del crudo mexicano estuvo en sintonía con los referentes internacionales. El Brent perdió 2.83 dólares (4.15 por ciento) a 65.44 dólares el barril, luego de haber trepado a 71.75 dólares, su nivel más alto desde mediados de septiembre de 2019.

El West Texas Intermediate (WTI) cayó 3.09 dólares (4.93 por ciento) a 59.61 dólares por barril, tras escalar más temprano hasta 65.85 dólares, su máximo desde finales de abril del año pasado.

Los precios se replegaron cuando se hizo evidente que el ataque iraní con cohetes no dañó instalaciones petroleras.

Además, en un aparente intento de calmar una crisis por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos no necesariamente tenía que usar su poder militar contra Irán.

Antes de la declaración de Trump, los precios ya estaban bajando desde máximos registrados durante la noche tras una serie de tuits de Trump y del ministro de Relaciones Exteriores de Irán que apuntaron a una calma temporal.

Otro de los factores que influyó en la baja de los precios fue un aumento inesperado de los inventarios de crudo en Estados Unidos. La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) dijo que los inventarios de crudo aumentaron 1.2 millones de barriles la semana pasada; el mercado esperaba una disminución de 2.6 millones de barriles.

Tras la muerte en Irak el pasado viernes del general iraní Qasem Soleimani, asesinado por un dron estadunidense, los precios del petróleo se dispararon aunque luego se estabilizaron porque el suministro en Oriente Medio no se ha visto afectado por el momento.

Sin embargo, analistas consideran que las tensiones entre Irán y Estados Unidos podrían poner en peligro el suministro del petróleo que circula por el estrecho de Ormuz y disminuir la producción en Irak.