cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el abogado Santiago Nieto Castillo ha develado datos y detalles que han constituido la mayor aproximación de la actual administración federal a ciertos escenarios de probable justicia en casos de corrupción cometidos por políticos, empresarios y ex funcionarios públicos.

El martes reciente, en muy breve respuesta a preguntas de reporteros, Nieto Castillo dejó saber que hay investigaciones en curso relacionadas con la orden religiosa de los Legionarios de Cristo. Tal señalamiento afecta a una agrupación que sigue siendo poderosa e influyente, aunque no a los niveles registrados durante la larga era de condición virtualmente intocable que vivió mientras su fundador y jefe, Marcial Maciel, pudo protegerla, antes de caer él mismo en el mayor descrédito, fundamentalmente por sus actos de pederastia.

Sin dar más detalles, un tanto como de pasada, Nieto respondió positivamente a la pregunta que buscaba saber si entre los personajes involucrados en esas indagaciones a los legionarios estaría Marta Sahagún, esposa de Vicente Fox Quesada. El vocero en México de la citada agrupación, Pablo Pérez de la Vega, dijo ayer que no hay ningún vínculo financiero ni económico con la mujer que durante la administración de Fox tuvo tal poder que se le consideraba una especie de vicepresidente conyugal.

Pérez de la Vega aseguró que la única conexión posible se habría dado cuando la señora Sahagún fungía como una especie de recolectora de aportaciones o limosnas para los gastos y el mantenimiento de una casa del movimiento Regnum Christi, donde habitantes de Celaya se reunían para rezar el rosario, leer la Biblia y realizar algunas otras actividades religiosas. Respecto a cesiones gubernamentales del foxismo, el vocero religioso aseguró que son prácticas comunes de apoyo a fundaciones, siempre dentro de la legalidad.

La aparición en escena del nombre de Marta Sahagún Jiménez revive las historias de abusos y corrupción que sucedieron durante el sexenio del ex gobernador de Guanajuato y luego Presidente de la República. De manera abierta, invocando el derecho de cada quien a hacer negocios, familiares de Sahagún aprovecharon las relaciones de poder para incrementar su patrimonio. El propio Fox, quebrado antes de entrar a Los Pinos, cambió radicalmente su situación económica.

Por diversas razones y en distintos momentos, el citado Fox y Felipe Calderón Hinojosa han sido alcanzados por incidentes de índole judicial que han atemperado sus comentarios públicos. Son notables tanto la dosificación de confrontaciones o incluso la disolución temporal de las críticas de Fox como, por otra parte, los tuiteos amables hacia ciertos puntos de la actual administración gubernamental. Calderón ha buscado desmarcarse de la inevitable liga con Genaro García Luna, su secretario de Seguridad Pública detenido y sujeto a proceso en Estados Unidos.

En el caso de Sahagún Jiménez falta ver lo que aportará en términos de investigación judicial quien fue fiscal especializado en delitos electorales de la procuraduría federal de justicia en el tramo final de la administración peñista. Nieto Castillo debe sustentar las posibles acusaciones formales en los casos que aún fuesen susceptibles de castigo judicial. En México hay avidez de sanción a quienes, desde el poder público, robaron e hicieron negocios con cargo al dinero y las instituciones de gobierno.

El mensaje a su nación (al mundo, en realidad) que dio ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció destensar un complicado cuadro que horas antes generaba especulaciones respecto a una escalada bélica de dimensiones impredecibles. Sin embargo, horas después se produjo otro ataque con cohetes a una zona residencial de Bagdad, Irak, en la que se ubica la embajada de Estados Unidos. Lo más llamativo en lo que va de esta historia pareció bajar de tono en la Casa Blanca, pero pareciera que faltan episodios. ¡Hasta mañana!

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