El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, que encabeza el senador Napoleón Gómez Urrutia, ganó un amparo que deja sin efecto el conteo de votos por la titularidad del contrato colectivo de trabajo de la empresa Arneses y Accesorios, de Grupo Industrial PKC, en Ciudad Acuña, Coahuila.

En mayo pasado, los empleados realizaron el proceso para elegir al gremio que los representaría. Un sindicato afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que dirige Tereso Medina, había obtenido la mayoría de sufragios mediante varias irregularidades.

Según el expediente, el grupo cetemista obtuvo mil 184 votos y el sindicato minero mil 18. Sin embargo, este último denunció que la empresa PKC Arneses dispuso transporte para que los trabajadores afines a la CTM pudieran ir a votar, entre otras anomalías, por lo que impugnó para solicitar una reposición del recuento de votos.

El décimo cuarto tribunal colegiado en materia de trabajo, con sede en la Ciudad de México, resolvió por mayoría que durante el proceso en que se disputó la titularidad del contrato se violó la libertad sindical.

Ante el fallo, el gremio minero subrayó que “la lucha obrera, su unidad y acción, así como la visión y liderazgo de Gómez Urrutia –pese a la represión y despido de más de 500 afiliados– logra un avance significativo de libertad sindical en las industrias minera y automotriz”.

Con dos votos en favor y uno en contra, el colegiado ordenó un tercer recuento, ya que según el fallo sólo votó 39.16 por ciento del padrón de agremiados, lo cual evidenciaba que en vez de ofrecer mejores condiciones para el recuento, desalentó a los posibles votantes. En la resolución se explica que del padrón de 5 mil 697 trabajadores, sólo acudieron 2 mil 231.

El colegiado también argumentó que se permitió que el recuento se llevara a cabo en una instalación militar, lo cual es contrario al orden jurídico (y podría válidamente llevar a pensar que ese lugar en sí mismo tiene un efecto intimidante en el común de las personas civiles).

El sindicato minero recordó que en dos ocasiones, la CTM y PKC se opusieron a un proceso limpio y transparente. Prueba de ello fue el del 29 de noviembre de 2018, en el que recurrieron a golpeadores para amedrentar a los empleados, a quienes agredieron con armas y palos, e incluso asesinaron a Abraham Garcilazo Espinosa, coordinador jurídico del gremio, de cuya muerte se señala como autor intelectual al líder cetemista.