Viernes 10 de enero de 2020, p. 19
Los habitantes de Olinalá, Guerrero, una cabecera municipal ubicada en la sierra del estado, de casi 25 mil habitantes, no tienen acceso a una sucursal bancaria.
La comunidad cuenta con un corresponsal bancario, en una dulcería, y un cajero automático que no funciona desde hace cuatro meses.
A ese tipo de comunidades, e incluso a otras más remotas es a las que pretende llegar el Banco del Bienestar mediante la apertura de 2 mil 700 sucursales en los siguientes dos años, según anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador esta semana.
Una sucursal de las más pequeñas con que cuenta la banca comercial en México tiene un costo aproximado de entre 10 y 15 millones de pesos, derivados del precio del terreno, el equipamiento, tecnología de comunicación y seguridad, según cálculos de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
Una sucursal de la banca comercial en México, según las especificaciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), requiere un espacio físico de al menos 100 metros cuadrados.
Para su puesta en marcha es necesario que el lugar donde será establecida cuente con acceso a telecomunicaciones, tales como telefonía e Internet, además de un sistema interno de control y conectado a la red general de la institución por medio de un servidor.
Otra de las características que deben tener las sucursales de la banca es acceso a agua potable y drenaje.
El gobierno del presidente López Obrador se fijó como meta que el Banco del Bienestar abra 2 mil 700 sucursales en un lapso de 2 años, sin especificar las características de estas instalaciones.
BBVA, la institución de mayor presencia en el país, hasta el tercer trimestre de 2019 tenía una red de mil 847 sucursales. Citibanamex, mil 465, y Santander, mil 223. Entre el segundo y el tercer trimestre del año pasado Santander abrió cinco sucursales nuevas en todo el país.
En cuanto al equipo de trabajo, las sucursales más pequeñas de los bancos cuentan con una plantilla de entre 6 y 10 trabajadores, entre los que se incluye la presencia de un gerente, dos ejecutivos de cuenta, dos cajeros y un asesor.
El mantenimiento, que incluye el pago de todos los servicios que debe utilizar la institución puede llegar a costar entre 75 y 80 mil pesos mensuales, es decir, anualmente, el costo asciende hasta un millón de pesos, esta cifra no incluye imprevistos como desperfectos de los cajeros automáticos.
En cuanto a la propiedad del terreno, en ocasiones las instituciones compran en su totalidad el espacio o llegan a hacer contratos de arrendamiento por plazos de uno, cinco o hasta 10 años.
Asimismo, deben contar con blindaje en los vidrios que separan a los cajeros de los clientes, cristales que van de un grosor de entre una y 2.5 pulgadas.
Para Jorge Sánchez Tello, director de investigación aplicada de la Fundef, la idea de abrir sucursales puede ser mal interpretada, dadas las características que debe de tener.
Quizá la administración pueda estar tomando como referencia algunos módulos o kioskos financieros como los que actualmente se tienen del anterior Bansefi (hoy Banco del Bienestar). Aunque habría que tomar en cuenta que la tendencia de abrir sucursales ya va a la baja, ahora la idea es tener un banco desde el celular
, expresó en entrevista.