Organizaciones gubernamentales y civiles de derechos humanos lamentaron de forma unánime los hechos de violencia ocurridos ayer en un colegio de la ciudad de Torreón, Coahuila, y señalaron que la raíz de este tipo de acontecimientos está en la naturalización social de la violencia y la disponibilidad indebida de armas de fuego.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) indicó que lo sucedido pone en evidencia la gravedad de la problemática que enfrenta el país en materia de seguridad, así como la debilidad de nuestro estado de derecho, pues las autoridades no han podido garantizar condiciones de seguridad para la convivencia pacífica.

En un comunicado, el organismo público reprochó que la violencia en las escuelas no es ocasional, sino cotidiana y común, ante lo cual se debe impulsar la educación en derechos humanos para fortalecer el respeto a la dignidad de las personas, además de comprender que estos actos ocurren en espacios sociales que los producen y legitiman.

Por su parte, Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, manifestó su pesar por los hechos ocurridos en Torreón y llamó a no responsabilizar a la tecnología o los videojuegos de estos episodios, sino a escuchar a las niñas, niños y adolescentes para saber cómo se encuentran emocionalmente.

Destacó que lo ocurrido tiene que ver con el hecho de que México es un país que vive en un contexto de guerra desde hace muchos años, donde la disponibilidad de armas es muy amplia y se ha naturalizado el recurrir a la violencia.

Nancy Ramírez, directora de incidencia política de la organización Save the Children México, coincidió en que el origen de estos sucesos violentos se encuentra en el entorno sumamente hostil que viven las niñas y niños, que les genera un estrés tóxico y se refleja en sentimiento de ansiedad y miedo. La experta llamó a que la sociedad mexicana –y especialmente los adultos– asuma la responsabilidad de haber generado en los menores la idea de que la mejor forma de resolver diferendos es con la agresión.

En tanto, el colectivo Reinserta llamó a abordar lo ocurrido en Torreón desde la perspectiva de la prevención del delito y la salud mental, sin criminalizar el hecho y entendiendo que las causas de raíz son multifactoriales.