La protección de la sanidad vegetal puede ayudar a acabar con el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico. Las plantas constituyen 80 por ciento de los alimentos del planeta, pero las plagas las afectan en gran medida, al grado que estos fenómenos son responsables de pérdidas de hasta 40 por ciento de los cultivos alimenticios mundiales. Ello se traduce en pérdidas comerciales que superan los 220 mil millones de dólares.

Con el propósito de incentivar el cuidado de los cultivos, 2020 fue designado el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, informó la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Este organismo estima que la producción agrícola debe aumentar en alrededor de 60 por ciento para 2050, y las plagas son un elemento que podría complicar cubrir esa demanda, sobre todo porque es un problema que tiende a incrementarse con el cambio climático.

La FAO destacó que este año es una oportunidad única para sen­sibilizar sobre cómo la sanidad ve­getal puede ayudar a acabar con el hambre, disminuir la pobreza y cuidar el medio ambiente.

El cambio climático amenaza con reducir no sólo la cantidad de cultivos, sino también su valor nutritivo. El aumento de las temperaturas genera la aparición de mayor número de plagas en las plantas y en lugares donde nunca antes se habían visto.

La FAO resaltó que en los pasados 25 a 30 años la abundancia de insectos cayó 80 por ciento, y destacó que muchos de ellos son beneficiosos para la sanidad vegetal.

Advirtió que no mantener las plantas saludables, sobre todo las alimenticias, puede traer resultados devastadores.

En la Guía de Comunicación Año Internacional de la Sanidad Vegetal 2020 refiere que proteger las plantas de plagas y enfermedades es mucho más rentable que lidiar con emergencias.