Domingo 12 de enero de 2020, p. 24
Un total de 80 personas fueron detenidas del 8 de diciembre del año pasado al 8 de enero de 2020 por efectivos de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) como parte del plan operativo de seguridad para el Centro Histórico con motivo de los festejos de Navidad y Año Nuevo, mientras que 927 hombres y mujeres fueron remitidas al Centro de Sanciones Administrativas, conocido como El Torito, por no pasar la prueba del alcoholímetro.
De los 80 detenidos por efectivos de la PDI, 39 fueron por el delito de narcomenudeo, 13 por encubrimiento, dos por trata de personas y 36 fueron puestas a disposición ante la agencia especializada en atención a usuarios del Sistema de Transporte Colectivo, Metro.
Los uniformados aseguraron 238 bolsas con vegetal verde con características propias de la marihuana; 174 envoltorios con polvo blanco y media piedra; una bolsa con vegetal verde comprimido, telefonía celular, aparatos electrónicos y dinero en efectivo, además de 13 vehículos.
El plan operativo de la FGJ tuvo como propósito preservar la integridad física y evitar la comisión de delitos de alto impacto como la extorsión, secuestro, robo y narcomenudeo por lo que se brindó asesoría a seis mil 990 personas. Personal especializado realizó recorridos por el primer cuadro de la ciudad y se establecieron en puntos estratégicos con la finalidad de identificar y detener a personas posiblemente vinculadas a algún hecho delictivo.
Quitan a masajistas y tarjeteros de Motolinía
En tanto, el Gobierno de la Ciudad de México informó que se realizó un operativo en el que se remitieron 24 volanteros al juzgado cívico por obstruir el libre tránsito de los peatones en la calle de Madero, retiraron a masajistas de la calle de Motolinía y se clausuraron dos ópticas por incumplimiento normativo.
En un comunicado, la autoridad del Centro Histórico señaló que se trata de poner orden sobre esta emblemática avenida del Centro Histórico –por la que diariamente transitan 350 mil personas–, donde se enfrentan varios problemas, entre ellos, la invasión cotidiana de 250 volanteros, que ofrecen servicios de óptica, tatuajes y perforaciones, botargas y estatuas humanas, así como colocación de bocinas y terrazas que rebasan los permisos autorizados.