Cuernavaca, Mor., Al menos 180 elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) podrían estar protegiendo a las células criminales que operan en Morelos, pero no han sido dados de baja porque cuentan con amparos, reveló el titular de la dependencia, José Antonio Ortiz Guarneros.

En conferencia de prensa, el vicealmirante reconoció que hay indicios de que policías municipales y estatales estarían colaborando con grupos delictivos; sin embargo, no tenemos evidencias que nos permitan ponerlos a disposición de la autoridad competente.

Ortiz Guarneros señaló que presentaron al gobernador Cuauhtémoc Blanco un estudio según el cual es necesario incrementar la matrícula en la Academia de Policía.

Aseguró que urge renovar las corporaciones de Morelos, integradas por mil 521 uniformados estatales y 2 mil 375 municipales.

El titular de la CES destacó: La mayoría de los 180 agentes no han pasado su examen de control de confianza. Por ese simple hecho debieron ser dados de baja, pero están amparados y siguen en activo.

En septiembre pasado, la CES, por conducto de Ortiz Guarneros, planteó que para garantizar la seguridad de los habitantes de la entidad se requerían 11 mil 200 elementos, pero hay un déficit de 7 mil 304.

Por otra parte, el comisionado dio a conocer que la CES separó temporalmente de su cargo a cuatro elementos involucrados en la detención y posterior liberación de tres presuntos secuestradores.

Los dados de baja son el director de seguridad pública de Cuautla, Isael Nieto, quién denunció los hechos y a sus superiores en redes sociales; el comandante del mando coordinado en el municipio de Cuautla, Gamaliel González Ravelo, y dos jefes de la CES adscritos a Cuautla: el director de inteligencia, Raúl Gómez, y el de proximidad social, Ángel Landa Hernández.

El secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, negó que se cometiera un secuestro, como lo denunció Isael Nieto. Afirmó que se trató de un conflicto entre particulares que derivó en hechos violentos.