La titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, se reunió ayer con familiares de los cuatro estudiantes mexicanos que murieron durante un ataque del Ejército de Colombia en el territorio ecuatoriano de Sucumbíos el primero de marzo de 2008, así como con los de una sobreviviente de los hechos.

En el encuentro, la ombudsperson se comprometió a atender el caso y garantizarle a las víctimas sus derechos a la justicia y a la verdad, así como a la reparación integral del daño y a recibir garantías de no repetición.

Los padres y familiares de los jóvenes que perdieron la vida –Juan González del Castillo, Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Soren Ulises Avilés Ángeles y Fernando Franco Delgado–, así como de la sobreviviente Lucía Andrea Morett Álvarez, recordaron que en diciembre de 2008 interpusieron una queja ante la CNDH, pero nunca obtuvie-ron respuesta.

De igual manera, los agraviados señalaron que han transcurrido casi 12 años desde la masacre en Sucumbíos y durante ese tiempo han realizado diversas acciones jurídicas y políticas, además de reunirse con instancias de gobierno y organismos de derechos humanos dentro y fuera de México, sin obtener respuestas por las autoridades del país respecto de esos hechos.

También manifestaron que entre sus peticiones está el reconocimiento público de México de calidad de las víctimas a los jóvenes asesinados; exigir a Colombia y Ecuador el mismo reconocimiento, además de una disculpa pública del gobierno mexicano ante las omisiones y retrasos en las investigaciones.

En este sentido, también solicitaron que el gobierno de México abra el archivo político del caso para el conocimiento de la Aso-ciación de Padres y Familiares de las Víctimas Sucumbíos; dé acceso al expediente jurídico para conocer su estatus, y brinde las garantías necesarias: seguridad, apoyo psicológico y médico a Lucía Morett.