El Congreso de la Ciudad de México es rehén de la pugna dentro de Morena para designar a su coordinador parlamentario y de continuar esa indefinición llevará al Legislativo a una parálisis, acusó el presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de la bancada del Partido Acción Nacional, Mauricio Tabe Echartea.

Junto con el vicecoordinador del partido del sol azteca, Jorge Gaviño Ambriz, y el coordinador del tricolor, Tonatiuh González Case, acusaron además a Morena de que al meter a su discusión la permanencia de los titulares de las unidades administrativas y la presidencia de la mesa directiva, y pretender que un órgano partidario como la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia incida sobre los nombramientos en esas áreas, violenta la autonomía del Poder Legislativo respecto de una facultad que corresponde al pleno.

Tabe explicó que se atendió la petición de Morena para no convocar a reunión de la Jucopo hasta que se designe a su coordinador. Recordó que por ser el bloque mayoritario –con 34 de las 66 diputaciones–, tienen un voto ponderado que representa más de 50 por ciento y de no estar en la mesa no hay garantías de que los acuerdos que pudiera tomar la junta caminen.

Refirió que hay temas que no han sido abordados, como la resolución de la Corte de invalidar la Ley del Sistema Anticorrupción, además de normas pendientes que se deben expedir por mandato constitucional, como la ley en materia de trabajo no asalariado y la del sistema de cuidados.

Ante la proximidad del inicio del periodo ordinario de sesiones, el primero de febrero, Tabe puso un ultimátum para que el lunes próximo Morena tenga ya coordinador, al señalar que convocará para ese día a reunión de la Jucopo.

A pregunta expresa sobre si hay de fondo una disputa entre los distintos grupos de Morena por los espacios del Congreso, Gaviño dijo que en política y administración pública lo que parece ser, eso es, y cuestionó que se utilice a las unidades administrativas para hacer un reparto de cuotas y cuates, a lo que Tabe agregó que el Congreso no puede ser botín de intereses particulares o de grupo.