La autora de esa obra nunca habla de la complicidad de Estados Unidos en la situación mexicana, que no es tan gacha como la describe, explica el poeta y activista chicano David Bowles en entrevista con La Jornada
Viernes 24 de enero de 2020, p. 2
La novela American Dirt (Tierra americana), de la estadunidense Jeanine Cummins, ‘‘pinta a México como un infierno. Exactamente lo que Donald Trump piensa de él: un lugar lleno de personas analfabetas, locas y que se están matando entre sí”, sostiene el escritor y traductor mexico-estadunidense David Bowles.
Esa obra, lanzada por la editorial Flatiron Books como su apuesta para 2020, ‘‘supuestamente porque la autora busca no meter la política, nunca habla sobre la complicidad de Estados Unidos en la situación en México, que no es tan gacha como ella la quiere pintar”, explica el también poeta a La Jornada.
Como publicó ayer este diario, American Dirt originó una controversia, pues es el centro de una campaña millonaria dirigida por Oprah Winfrey. Ha sido caracterizada por sus detractores como una suma de ‘‘‘estereotipos mexicanos rancios”.
Ayer la actriz mexicana Salma Hayek agradeció a Winfrey el envío de la novela.
David Bowles (Rio Grande Valley, Texas, 1970) lamenta que Cummins ‘‘ponga a Estados Unidos como este paraíso al que la protagonista y su hijo tienen que llegar a como dé lugar, pintarlo como el héroe. ¿Qué más podemos esperar de una mujer que no sabe nada de México y de los mexicanos y que quiere ser la salvadora? Es superproblemático”.
Ayer también la biblioteca pública de McAllen rechazó la donación de ejemplares de la novela debido a que ‘‘las numerosas inexactitudes de su historia se aprovechan del sufrimiento humano”. La directora de la institución, Kate Horan, difundió en una carta que de aceptar el regalo ‘‘traicionaría la buena voluntad y la confianza ganada con esfuerzo de mis amigos y autores latinos”.
La misiva, dirigida a directivos de la Asociación Estadunidense de Bibliotecas y del Club de Libros de Oprah, que hace la donación, revela que no conocían el título del libro hasta que lo recibieron y ‘‘prometía ser el más comentado del año”.
Refiere que ‘‘los autores latinos se han opuesto a que la autora –que en el pasado se ha identificado como ‘blanca’– se apropie de una historia que podría, y debería, haber sido expresada por alguien de origen mexicano”.
Kate Horan ofreció compilar una lista de libros ‘‘un poco más morenos de autores auténticos latinos y la compartiré con mi personal para asegurarme de que tengamos esos libros disponibles para la comunidad a la que servimos”.
Telenovelesco y menos verosímil que narcoseries
David Bowles, autor de una veintena de libros, entre poesía, mitología, novela y novela gráfica, destaca que una parte del ‘‘problema es que un libro así distorsiona la realidad, es muy melodramático y telenovelesco. Incluso las narcotelenovelas a veces presentan una versión más verosímil”.
Menciona que ‘‘los lectores estadunidenses van a sentir que ya leyeron la verdad sobre México, ya entienden su lucha. ‘Ya me siento mejor, ya estoy despierto, iluminado’. Se dan su palmada en la espalda y siguen con sus vidas sin buscar una forma de luchar con esos problemas. Esa sensación falsa es peligrosa”.
El traductor de español, náhuatl, maya y japonés sostiene que la autora se ufana de que ‘‘nadie está narrando esos temas, como si docenas de autores no estuviéramos para contar nuestras historias a pesar de los obstáculos que existen en el mundo editorial estadunidense.
‘‘Pudieron haber contratado a 40 escritoras mexicanas y chicanas para contar nuestra historia y decir la verdad de la situación en vez de darle un millón de dólares a una persona que nada tiene que ver con el problema.”
Indignación de la comunidad chicana
David Bowles refiere que la comunidad latina está contra de la publicación del libro American Dirt. ‘‘Indignada. No sabía hasta que personas como Myriam Gurba, el traductor David Schmidt, Luis Alberto Urrea y yo empezamos a tratar de movilizar a las personas porque enfrentamos un bombardeo constante y nosotros entendimos que tendríamos que hacer lo mismo.
‘‘Hicimos lo posible por ampliar la crítica. Hicimos críticas. Movilizamos a las personas, las animamos a que tomaran parte en la protesta. Se pudo haber calmado, pero salieron las fotos de la fiesta de lanzamiento del título con estos centros de mesa con alambre de púas.
‘‘La falta de sensibilidad, la arrogancia y la ceguera de esas personas, que disfrutarían con el dolor ajeno, moreno, de los que tienen menos, es aborrecible.”
David Bowles, ganador del Premio Tomás Rivera de libros para niños mexico-estadunidenses, refiere que Bob Miller, quien fundó la editorial Macmillan, tiene contactos con Oprah Winfrey, cuyo club de lectura ha dado difusión al libro de Jeanine Cummins.
Los derechos de traducción y para hacer la película ya se vendieron; además ‘‘le dan un avance de cuando menos un millón de dólares a la autora, una usurpadora para contar una versión distorsionada del tema, de la vida de mexicanos y chicanos por igual”.