Martes 28 de enero de 2020, p. 20
Madrid. El todavía presidente de la Generalitat de Cataluña, el nacionalista conservador Quim Torra, fue despojado de su condición de diputado por instrucciones del Parlamento catalán, que acató la sentencia de la Junta Electoral Provincial (JEP) y las medidas cautelares ordenadas por el Tribunal Supremo (TS) español.
La decisión, avalada por el presidente del Congreso regional, Roger Torrent, provocó un cisma en el bloque independentista. Debido al malestar, el sector de Junts per Catalunya (JxCat), al cual pertenece Torra, decidió no participar en las votaciones del día, por lo que no se aprobó el presupuesto del Parlamento.
Durante el proceso electoral de abril pasado, Torra rehusó acatar las resoluciones de la JEP que lo obligaban a retirar simbología o propaganda partidista de edificios públicos, en aras de garantizar la neutralidad de las instituciones durante la campaña. El presidente se negó a retirar carteles y fotografías alusivas a los políticos catalanes presos por su participación en el fallido proceso de independencia de octubre de 2017, por lo que fue imputado y condenado por el delito de desobediencia.
La sentencia todavía no es firme, a la espera de que se resuelva el recurso de amparo presentado ante el TS, pero el tribunal español decidió que se le quitara la condición de diputado en lo que se tiene condena definitiva, en la cual se prevé que se le retire su condición de presidente por haber sido condenado a la inhabilitación para ocupar un cargo público durante dos años y medio.
Torra se negó a acatar la resolución judicial e instó a sus socios en el gobierno –Esquerra Republicana de Catalunya y Candidatura de Unitat Popular– a rechazar la sentencia, pero lejos de eso, el presidente del Parlamento informó a la mesa directiva que había decidido asumir el fallo y quitarle sus derechos como diputado.
La fractura en el independentismo podría derivar en la convocatoria a comicios adelantados, que serían los terceros en los últimos tres años.