Jueves 30 de enero de 2020, p. 35
Editorial
El avión presidencial/ se ofrece como ganga/ se vende sólo en un real/ y se llama Ipiranga
+++++
Descenso al infierno
de Miguel Ángel Cárdenas, Edit. Lectorum (México), se inserta en el subgénero carcelario mexicano. Obras como El apando
de Revueltas, las memorias de Goyo Cárdenas, Beso negro
de Flores Alavés y muchos otros nos hacen ver que la cárcel en México es un lugar sobre el que deberíamos hablar cotidianamente.
Cárdenas presenta sus vivencias tras 16 años de cárcel. Culpable o no, narra los sucesos al interior de la penitenciaría de Santa Martha. Si los reclusorios son temibles, por la mezcla de reos sentenciados con procesados, ya sea por delitos menores o graves, todos juntos por la imposibilidad de varios de acceder a la libertad bajo caución, en Santa Martha no hay esperanza. Todos están ahí para compurgar años o décadas.
Compendio del lenguaje carcelario, nos resulta conocido por ser una extrapolación de figuras cotidianas: la hipérbole, las metáforas y las cercanías fonéticas retoman conceptos y nombres para hacer su propio lenguaje.
Una obra destacable por la muestra de observaciones y denuncias, a veces jurídicas, a veces de administración carcelaria, por una persona que logró hacer de su encierro una dolorosa oportunidad de crecimiento físico y académico. Un texto eficaz en su impacto anímico. Quizá su mayor tino sea regresar a la discusión de si la cárcel es un castigo o un método de reinserción social, como dice la ley. De nuevo, una muestra de que leyes y realidad suelen estar tan distanciadas como el ideario gubernamental y sus operadores fallidos.
Sugerencias y colaboraciones: [email protected]. https://agendajudicialricardoguzmanwolffer.blogspot.com/