El ciclismo mexicano se puso de luto por la sorpresiva muerte del tlaxcalteca Miguel Arroyo, el afamado Halcón de Huamantla, a los 53 años de edad, a causa de una complicación en una operación de cáncer vecicular, la noche del jueves en un hospital de Puebla.

Raúl Alcalá, el otro único profesional mexicano que ha competido en el Tour de Francia, ambos en la década de 1990, lamentó el deceso de su colega, con quien siempre mantuvo una relación de amistad. La última vez que compartieron ruta fue hace un par de meses en el tradicional recorrido denominado Gran Fondo Nueva York, el pasado 10 de diciembre en Cozumel.

“Muy triste la partida de mi gran amigo Miguel Arroyo. Un abrazo para Carmelita e hijos a quienes estimo profundamente! Inolvidable Miguel Arroyo, El Halcón de Huamantla!!!”, posteó en redes sociales Raúl Alcalá, quien viajaba ayer de Monterrey a la Ciudad de México y luego a Tlaxcala, donde Arroyo será enterrado este sábado.

El español Pedro Delgado, doble campeón del Tour de Francia, lamentó el deceso del mexicano, quien en los años recientes trabajaba en el desarrollo de sus hijos, Fernando y Miguel, y trataba de conducirlos hacia el profesionalismo, en el ciclismo ibérico.

“Con gran pena recibo que mi rival, pero siempre amigo, Miguel Arroyo, nos dejó anoche. DEP. Profesional 1989-97 y compañero de Greg LeMond en sus primeros años

Nos acompañó #LaPerico2018 Su espíritu y anhelos ciclistas seguirán vivos de la mano de sus hijos Fernando y Miguel, posteó Perico Delgado.

En el medio ciclístico se le recuerda por las facultades de trepador que lo llevaron a ser un destacado doméstico en equipos europeos, principalmente el ADR, de Bélgica; Z, Force Sud y MBK, de Francia, y el MG Bianchi, de Italia, además de varias formaciones estadunidenses, pero sobre todo fue reconocido por la humildad y la sencillez que siempre conservó.

Afectado por la pérdida, Héctor Pérez, por muchos años seleccionado nacional de ruta, compartió lo que convivió con Arroyo. Primero de competidor, como integrante del equipo respaldado por Jacinto Benotto, con el que el tlaxcalteca ganó la Vuelta de la Juventud 1988, y como entrenador del equipo con el que 11 años después, en 1999, Arroyo y la formación Benotto ganaron la mayor ruta mexicana, para entonces convertida en Vuelta a México.

Era muy serio, muy humilde, muy sencillo, comentó, como muchos otros, el Gallo Pérez.

Sí me afectó, porque lo conocí desde que se inició en el ciclismo, como competidores y después yo de director técnico. Siempre lo vi porque nunca se desligó del ciclismo; ya retirado, fue director del deporte de Tlaxcala, luego diputado local, hacía sus competencias, promovía el ciclismo en Tlaxcala, impulsaba y entrenaba a sus hijos, llevaba equipos juveniles, comentó Pérez.

También muy triste se manifestó el periodista Luis Villicaña, quien ideó el sobrenombre del Halcón de Huamantla durante una carrera del CREA en la Sierra Gorda de Querétaro. Recordó que en el premio de montaña, una verdadera escalada en la etapa de Pinal de Amoles a San Joaquín, el novato Arroyo dejó en el camino a los favoritos y camino a la meta siempre lo acompañó la sombra de un ave en lo alto.