La premisa de la obra Konrad, el niño que salió de una lata de conservas, es que no es sólo para público infantil.

En este montaje, de tinte realista entrelazado con clown, los padres y personas de todas las edades se sienten reflejadas porque tomamos en cuenta que los niños se encuentran rodeados de adultos y las acciones de cada uno afectan, de alguna manera, el entorno colectivo, explicó la directora Andrea Salmerón sobre esta obra basada en el cuento de Christine Nöstlinger, de 1975, el cual causó polémica por su visión liberal y poco tradicional de la familia.

En realidad, es una obra feliz, porque está realizada para este fin, agregó Salmerón. Entre las reflexiones que abordan los personajes se inquiere sobre si se ha tenido que tolerar y adaptarse a las necesidades de otra persona muy diferente a ti, o que se tenga que defender al más débil.

La historia gira en torno a una mujer independiente, un poco excéntrica, que no se preocupa por el qué dirán; que es muy libre, se viste como le da la gana, si tiene hambre, come; teje tapetes y tiene un novio de martes y sábados, para no complicarse la vida, explicó la directora.

También es muy aficionada a las compras por Internet o de televisión, de donde adquiere todas las cosas que se le ocurren, al grado de no saber qué pidió. Un día le llega por correo un paquete que trae un niño de siete años, de fábrica, que de pronto llega a su vida y está adiestrado para ser perfecto.

Entonces, el personaje de Berti Bartolotti tiene que cambiar en función a una persona que acaba de llegar. En este sentido, la obra plantea que tenemos que modificar nuestras rutinas y cómo hacer espacio en nuestras vidas para que todos quepamos, dijo Salmerón.

Con dos músicos narradores, que fungen como la conciencia de Berti, también aparecen personajes contrastantes: por un lado, la excéntrica compradora; el rígido farmacéutico Egon, concentrado en el deber ser; Konrad, un niño muy raro, y Kitti, la pequeña y ruidosa vecina, que ayuda al pequeño a adaptarse a una sociedad tan imperfecta.

El montaje, adaptado por Paulina Barros Reyes Retana, cuenta con las actuaciones de Olga González, Meraqui Pradis, Pedro Mira, Valeria Fabbri, Sergio Bátiz y Silvestre Villarruel, se presenta los domingos a las 13 horas en el teatro Xola Julio Prieto, ubicado en Eje 4 Sur 809, colonia Del Valle, Benito Juárez.