El jueves pasado unos 50 niños y jóvenes de distintas bandas de música de Oaxaca recibieron el anuncio: el fin de semana visitarán la Ciudad de México para realizar una presentación y recibir de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador nuevos instrumentos. Ayer, se convirtieron en el elemento principal de la conferencia de prensa, en la que el mandatario hizo una pausa para dar pie a 100 jóvenes oaxaqueños que interpretaron piezas tradicionales de distintas regiones de la entidad.

Casi toda la conferencia fue dedicada a la presentación de las bandas. Reservó las preguntas de los reporteros para el martes porque no puede haber nada más importante que lo que vamos a disfrutar esta mañana (ayer).

Al momento de que el Presidente pidió que tocaran la tradicional Canción mixteca, para después seguir con el danzón Nereidas, dos de las composiciones más representativas de autores oaxaqueños, el Salón Tesorería se convirtió en la sala de conciertos. Los jóvenes se prepararon en el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), instituto al que para llegar algunos de los estudiantes viajan hasta 15 horas, con el objetivo de aprender música y que se convierta en su forma de vida.

Junto con la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; el titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino; y la senadora y cantante Susana Harp, López Obrador realizó la entrega de saxofones, clarinetes y trompetas.

Se repartirán casi mil instrumentos con valor de 16.2 millones de pesos a 32 bandas comunitarias de Oaxaca. Los recursos fueron recaudados en una de las subastas en Los Pinos por parte del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.

La música, además de ser un pasatiempo muy bonito y ser una vía para aliviar muchas cosas de la vida, también puede ser una forma de vida, indicó al concluir su presentación Florida Velázquez Martínez, quien a sus 18 años ha encontrado en el clarinete su principal medio para desarrollarse profesionalmente.

Con orgullo, cuenta que es originaria de Zaáchila, donde también nació Amador Pérez Torres Dimas, compositor del danzón Nereidas, y espera dedicarse a la música como gran parte de su familia.

A un costado, Miguel Ángel y Giovanni platican de la presentación que tuvieron el domingo en Los Pinos. Ambos de 14 años de edad, estudiantes de la escuela telesecundaria Santo Domingo Yolotepec, ya tienen cuatro años tocando. Nadie nos da clases, nosotros solos. Yo aprendí sólo oyendo, dice Miguel, contento mientras presume la tarola nueva que acababan de recibir.

En Oaxaca hay bandas en cada pueblo, son una opción para trabajar, agregó Luis Enrique Díaz director de la banda del Cecam, localizado en Santa María Tlahuitoltepec, a tres horas de la capital. Como en otros centros similares, reconoce, faltan recursos y muchos maestros no aguantan los pagos bajos.

Por su parte, el titular del INPI anunció que el jefe del Ejecutivo firmó un decreto para crear una comisión intersecretarial que defina el mecanismo para el reconocimiento jurídico del Cecam, y otorgar los recursos públicos para su debido funcionamiento, así como definir planes de estudio que permitan otorgar certificados con reconocimiento oficial.