Frente a diputados del Congreso local, el magistrado Manuel Horacio Cavazos López, quien busca ser ratificado en el cargo, negó que haya abusado sexualmente de sus hijas.

En su comparecencia ante la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, el magistrado sostuvo que es víctima de una falsa denuncia.

“Les sostengo categóricamente, de frente y a los ojos: ‘yo jamás he agredido sexualmente a ninguna de mis hijas. Lo que sí advierto es un aleccionamiento inducido, pero en agravio de ellas, con daños en su salud sicoemocional, por lo que voy a luchar por ellas’”.

Relató que voluntariamente se sometió a una prueba pericial en la que se concluyó que no tiene rasgos de agresor sexual ni tendencias pedófilas, y confió en que la verdad saldrá a la luz. Asimismo, rechazó cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

Los diputados Jorge Gaviño, Guillermo Lerdo de Tejada y Paula Soto desearon que prevalezca la justicia en el caso del magistrado; no obstante, dejaron claro que no votarán a favor de su ratificación.

El congresista Eduardo Santillán precisó que durante cinco días recibirán opiniones de organizaciones sobre el proceso de ratificación, con lo que espera presentar una propuesta de dictamen en dos semanas.

En tanto, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra, dijo que el caso de Cavazos no mancha la imagen de la institución, y opinó que se debe respetar el principio de presunción de inocencia.

Falsa denuncia

Al respecto, el despacho de abogados Regino Asociados demostrará que de manera dolosa y mal intencionada, la ex esposa del magistrado ha ejercido violencia sicológica contra las menores, en aras de conseguir sus fines personales y afectar la carrera pública del magistrado.

Calificó de injusto que un conflicto familiar sirva para descalificar, lesionar y generar un juicio mediático que afectaron su imagen pública y su integridad, pues precisó que hasta el momento todos los dictámenes sicológicos realizados a las menores determinan que no existe una alteración correspondiente a este tipo de delitos: por el contrario, existe un evidente aleccionamiento de la madre hacia sus menores hijas.

Indicaron que desde el divorcio la madre ha buscado la manera de negarle el derecho de visita al padre, a quien ahora exige más recursos. Su enojo derivó en conductas hostiles con la intención de generar odio hacia su ex esposo, lo que afectó la conducta y estado de ánimo de las menores y ahora acusa al magistrado de abuso sexual en agravio de sus hijas.