Los hechos de violencia ocurridos el pasado martes en Uruapan, Michoacán, donde murieron nueve personas –cuatro de ellas menores–, sigue demostrando la falta de capacidad de las autoridades para proteger la vida de los niños en el país, lamentó el secretario ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García.

La forma sanguinaria de violencia extrema y el uso desproporcionado de armas de fuego nos hablan no sólo de la gravedad de los hechos, sino de la ausencia del Estado para garantizar la vida e integridad de las niñas, niños y adolescentes, señaló el especialista en un mensaje en video transmitido ayer en la página de Facebook de la Redim.

Pérez García enfatizó que lo ocurrido en Michoacán no es un acto aislado, sino que forma parte de un escenario de violencia generalizada en toda la entidad, donde hay una tasa de homicidios de varones de 8.5 por cada 100 mil habitantes y la deserción escolar provocada por pobreza y desigualdad alcanza a 17.3 por ciento de los estudiantes en el nivel bachillerato.

“Esta administración heredó sin duda un país en guerra, con índices de impunidad de 97 por ciento, pero esto puede cambiar al poner a los menores como prioridad […] No habrá manera de frenar la violencia armada contra niñas, niños y adolescentes sin una respuesta integral del Estado en su conjunto”, señaló Pérez García, quien llamó nuevamente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a revisar su estrategia de seguridad y a poner en marcha una serie de acciones para la paz.