Los cambios fiscales que se impulsaron en México para regular los impuestos a las plataformas digitales tendrán impacto en los consumidores, ya sean pasajeros o prestadores de servicios, en espera de recomendaciones completas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que permitan tributar de mejor manera las ganancias de las trasnacionales de la economía cibernética, explicaron directivos de Uber.

En entrevista con La Jornada, admitieron que los cambios impulsados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que entre varios rubros contemplan retener el impuesto sobre la renta (ISR) a sus socios como prestadores de servicios; que las tecnológicas paguen el impuesto al valor agregado (IVA) –y definan si lo trasladarán a usuarios–, y facilitar el cumplimiento de las empresas digitales que no tienen residencia permanente en el país, fue una iniciativa de las plataformas.

Hoy te podría presumir que somos una de las empresas que más formalizamos la economía, declaró Víctor Díaz-Infante, director de impuestos para México, el Caribe, Centro y Sudamérica de Uber.

En ese tenor, a partir de julio próximo se retendrá el ISR sin excepción a los más de 250 mil conductores y repartidores que usan la plataforma, mientras –hasta el momento– gran parte de las ganancias de la firma siguen facturándose en Países Bajos, economía identificada como paraíso fiscal por la confederación internacional Oxfam.

Eso no significa que Uber no pague impuestos. Cumplimos con lo que dicen las leyes fiscales mexicanas, explicó.

Desde 2013 tributa ISR e IVA por actividades de soporte, como oficinas y publicidad, que hacen de la tecnológica uno de los mil grandes contribuyentes de México.

Lo que se paga en Holanda es el servicio de intermediación, agregó el abogado. Ahí está constituida la sociedad que maneja la plataforma, fundada en San Francisco, Estados Unidos.

En México la miscelánea fiscal, publicada en diciembre pasado, marcó un hito incompleto para gravar a esas firmas.

A escala mundial, la OCDE comanda el debate, bajo el proyecto BEPS, en el que se revisa cómo los grandes capitales trasladan sus ganancias de un país donde generan ingresos a otro donde las contribuciones son menos. Se espera una esquema para las plataformas digitales a más tardar este año.

Nuestra recomendación a la SHCP siempre fue: esperemos a la OCDE, porque las reglas están cambiando (...) Sin duda, poner las normas tradicionales a la economía digital no va a funcionar y lo saben los gobiernos, ya que ésta simplemente vino a revolucionar las cosas, comentó Díaz-Infante.

Por lo pronto, las personas bajo el régimen de incorporación fiscal ya no van a poder conducir en plataformas tecnológicas ni prestar ningún servicio. A partir de julio a todas ellas el Servicio de Administración Tributaria (SAT) los va a convertir en personas físicas con actividad empresarial y, por ende, les vamos a tener que retener.

Mientras, por los servicios que prestamos vamos a cobrar una comisión al socio conductor y respecto de esa comisión vamos a pagar el 16 por ciento de impuesto al valor agregado, detalló.

A la pregunta de si las medidas se traducirán en mayores costos para los clientes, explicó que el IVA es un impuesto que por diseño y estructura se tiene que trasladar a los usuarios. No es algo que nosotros podamos controlar o decir no, porque sí estamos viendo la manera de que esto afecte de menor manera a nuestros clientes y usuarios.

Todo depende de la regulación de cada país

Hasta ahí el formalizar en el rubro fiscal. María Fernanda Reséndiz, gerente de comunicación corporativa de Uber, detalló que, en el ámbito laboral, todo depende de la regulación de cada país.

En Francia se brinda flexibilidad a los conductores y hay para seguros de paternidad y médicos, detalló al comparar la economía número 12 del Índice de Derechos Laborales del Foro Económico Mundial con México, que se ubica en el sitio 48.

Hay países en los que puedes tener diferentes figuras legales o laborales que permiten distintas relaciones de trabajo. En México es casi blanco o negro. O eres patrón y empleado, o no. Entonces entra el contratista independiente.

Añadió que dar otro tipo de garantías a los socios se traduciría en obligarlos “a cumplir nuevas obligaciones, como turnos, horarios fijos y rutas.

“Finalmente, ellos también son usuarios de nuestra plataforma del mismo modo que somos los viajeros (...) Son usuarios, porque están descargando una app de la cual están aceptando los términos y condiciones y aceptan un pago de la aplicación”, resumió.