Ante las bajas temperaturas registradas en Sonora durante los últimos días, a causa del frente frío número 38 y la octava tormenta invernal, agricultores del centro y sur de la entidad optaron por encender llantas y basura en la periferia de sus cultivos, para protegerlos de las heladas.

Las temperaturas hasta de cinco grados bajo cero que prevalecieron en el valle de Guaymas provocaron daños totales en casi 100 hectáreas de calabaza y afectaciones parciales en otras hortalizas y cártamo.

Francisco Ruiz López, agricultor de esa zona, informó que en el campo 52 de la comunidad Triunfo Santa Rosa al menos 100 hectáreas de calabaza sufrieron daños totales por una helada ocurrida entre miércoles y viernes de la semana pasada, mientras en el campo Santa Anita se quemaron las puntas de las plantas.

De inmediato, en respuesta a una negra nube de humo que llegó a las zonas urbanas de Hermosillo y Guaymas, José Jesús Rochín, titular de la Procuraduría Ambiental del Estado de Sonora, anunció que se comenzará a investigar para detectar a los agricultores que quemen llantas, a quienes se impondrán multas que podrán ascender a un millón 700 mil pesos.

Agregó que aunque los productores están conscientes del daño que causan al medio ambiente al incinerar neumáticos y basura, deben detener esta práctica que viola la ley. Identificamos (la quema de llantas) desde un principio, primero en la costa de Hermosillo, y desde ese momento comenzamos con las investigaciones. Son prácticas que tienen muchos años; otros utilizan productos químicos, pero no son todos, comentó.

Por su parte, Gabriel Hernández Castro, epidemiólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social, añadió que las llantas quemadas en tiempos de heladas han dejado efectos negativos en la salud, y no sólo en Sonora. No estamos listos para depurar ciertos químicos. En México se tienen 50 mil muertes asociadas a enfermedades pulmonares al año, y se dan 27 millones de consultas asociadas a enfermedades respiratorias.

Caficultores en la incertidumbre

Estamos en una situación muy precaria, nos afectaron mucho las lluvias, se nos cayó todo el café que estaba maduro y a punto de ser cosechado, contó Herminio Rodríguez Delgado, uno de los 5 mil 200 campesinos de Nayarit que cultivan el aromático.

Reforzó estos dichos José Hugo Isiordia López, presidente de los productores de café del estado, quien destacó que a raíz de copiosas lluvias originadas durante cuatro días de la semana pasada hoy estamos sufriendo mucho, pues de 16 mil hectáreas de la entidad registradas en un censo cafetalero, 50 por ciento ya se consideran perdidas.

Dijo que actualmente el aromático está en proceso de maduración y de recolección, pero con la lluvia se parte y se cae o se secan las matas. Destacó que si una mata cafetalera se seca ya no da (fruto de) la misma calidad, pero se puede cosechar algo todavía.

El también cafetalero Hugo Isiordia indicó que su cultivo igualmente se ve afectado por los precios internacionales, lo cual se lo atribuimos a Estados Unidos, que tiene problemas con algunos países como China.

Lamentó que el sector también enfrenta problemas de plagas y enfermedades como la roya del café, y baja producción. Precisó que los municipios nayaritas más afectados son Compostela, Ruiz, Jalisco, Santiago, San Blas y Del Nayar.