‘‘Me comprometí con Enrique Servín; él no se va a quedar con que no se hizo’’, dijo en el acto in memoriam del defensor de las culturas indígenas
Jueves 13 de febrero de 2020, p. 6
El poeta y defensor de las culturas indígenas Enrique Servín, fallecido en octubre pasado, siempre quiso una escuela rarámuri monolingüe. ‘‘Me comprometí a conseguirla. Él no se va a quedar con que no se hizo”, sostuvo el también poeta Martín Makawi en el acto in memoriam del políglota efectuado el martes.
En el Palacio de Bellas Artes, Makawi recordó que Servín, con quien colaboró durante dos décadas, ‘‘siempre me decía que no revolviera palabras castellanas con rarámuris. Si lo hiciera, estaría ganando la castilla. Hay que aprender a hablar puro”.
Añadió que en la Secretaría de Cultura de Chihuahua y los institutos nacionales de los Pueblos Indígenas y de las Lenguas Indígenas ya conocen el proyecto, pero espera reunirse con la titular de la dependencia local, Concepción Landa García, con Natalia Toledo, titular de la Subsecretaría de Diversidad Cultural de Cultura federal, y con Javier López Sánchez, titular de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública.
Respecto del conocedor de más de 20 lenguas, la poeta zapoteca Natalia Toledo recordó que le dijo a Enrique Servín que aprendiera los 68 idiomas ‘‘que todavía respiran en este país y los esparciera con esa sabiduría infinita. Me contestó: ‘Creo que ya no hay tiempo’”, una semana antes de su muerte.
Toledo dedicó tres poemas al activista, uno que originalmente se refería a su madre fallecida: ‘‘¿Qué es la muerte? La muerte es mirar una isla y no ver a Enrique Servín”.
Eduardo Federico Servín recordó que su hermano se interesó desde la infancia por aprender idiomas. Pasaba temporadas con la familia de Makawi para aprender rarámuri. ‘‘De mi abuela Julia aprendió el amor por la poesía y su afición por la lectura. Uno de los logros más trascendentales de Enrique fue impulsar la preservación de las lenguas indígenas, así como la poesía de los rarámuris, a quienes les pedía hablar en su lengua con sus familias”.