Viernes 14 de febrero de 2020, p. a10
West Palm Beach, Florida. Esquivando entrar en detalles sobre el robo de señales en la temporada que los Astros de Houston se coronaron campeones de la Serie Mundial, José Altuve y Alex Bregman se disculparon ayer por una estratagema que propició el escándalo que motivó una investigación y severos castigos.
El propietario de los Astros, Jim Crane, y el nuevo mánager Dusty Baker–quien remplazó a AJ Hinch, despedido a raíz del escándalo– también hablaron en una conferencia de prensa que dio el equipo en sus cuarteles de pretemporada.
Si bien el propósito explícito de la rueda de prensa era decir lo lamentamos
y confiar en seguir adelante, Crane provocó una reacción de perplejidad al manifestar: Nuestra opinión es que esto no impactó el juego. Teníamos un buen equipo. Ganamos la Serie Mundial. Lo voy a dejar ahí
.
Al ser cuestionado después sobre su afirmación sobre el efecto en los resultados, Crane trató de dar marcha atrás: Es complicado determinar cómo impactó el juego, si es que impactó el juego
.
MLB no castigó a jugador alguno y Crane confirmó que tampoco lo hará el club. El comisionado de las mayores, Rob Manfred, intervino después de comprobar que el equipo había apelado a la tecnología para robar señales durante la campaña de 2017, en la que los Astros ganaron la Serie Mundial, y nuevamente en 2018.
Houston fue multado con 5 millones de dólares y se les quitaron las dos primeras selecciones de los próximos dos drafts de amateurs. La investigación concluyó que los Astros emplazaron una cámara detrás del jardín central para descifrar las señales de los receptores a los pítchers. Luego, los peloteros daban un número determinado de golpes en un cesto de basura, para adelantar a su compañero sobre la jugada.