Comunidades nahuas amenazadas
Dirigentes enfrentados y señalados por vínculos con organizaciones criminales
Lunes 24 de febrero de 2020, p. 25
Morelia, Mich., Habitantes del municipio nahua de Aquila viven en total incertidumbre, amenazados por integrantes de supuestos grupos de autodefensa dedicados a actividades ilícitas, aseguraron comuneros de la región Sierra-Costa, cercana a los límites con Colima. Señalaron que la organización criminal Los caballeros templarios se dispersó y sólo tiene unos cuantos integrantes.
Vecinos de Aquila dijeron desconfiar de Cemeí Verdía Zepeda, expulsado de su lugar de origen, Santa María Ostula, donde inició grupos de autodefensa, y de Germán Ramírez, El Toro, quien fue su segundo y ahora es su enemigo. Indicaron que últimamente se ha visto cerca de Cemeí a Agustín Ramírez, quien organizó a autodefensas en la cabecera municipal de Aquila, y junto con dos de sus hermanos estuvo preso más de cuatro años.
Semanas antes del 24 de febrero de 2013, cuando se levantaron en armas ciudadanos de Tepalcatepec y de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán, en la región Sierra-Costa de Aquila, dos grupos civiles armados se organizaron para enfrentar a los Templarios.
En Ostula, a 15 kilómetros de la costa, Cemeí Verdía reunió a unos 500 seguidores, algunos de los municipios de Coahuayana y de Chinicuila. Era una persona muy estimada, su padre y su tío fueron desaparecidos y debió huir a los 12 años de edad por temor a ser ejecutado por delincuentes. Regresó años después y se convirtió en líder.
En Aquila, Agustín Villanueva Ramírez dio a conocer en junio de 2013 a un grupo de autodefensa que lucharía contra El Lico, El Tena y Los Guaracheros, cabecillas de los Templarios, que asolaban la región.
En agosto siguiente, a poco más de dos meses de haberse integrado formalmente como guardias comunitarias, 41 integrantes del grupo que operaba en Aquila fueron detenidos por fuerzas federales junto con su líder Villanueva Ramírez y sus dos hermanos. Se liberó a los autodefensas, pero Agustín y sus consanguíneos permanecieron presos hasta octubre de 2017 acusados de secuestro, lo que, según comuneros de Aquila, fue una imputación fabricada.
Agustín Villanueva fue autoridad comunal de Aquila. En 2012 logró que la empresa Ternium entregara al menos 15 mil pesos mensuales a cada uno de 465 comuneros por la renta de sus tierras y por concepto de regalías, cuando anteriormente les daba mil 200 pesos al año, lo que no le perdonaron los directivos de la minera.
Los 465 comuneros de Aquila erogaron entre 2012 y 2015 al menos 40 millones de pesos por cuotas al crimen organizado, y en promedio la empresa minera extrae más de 10 mil toneladas diarias de hierro.
Cemeí Verdía estuvo preso unos meses en 2015. Al ser liberado se alejó de las autodefensas. Su segundo de a bordo, Germán Ramírez, tomó el cargo, y desobedeció la orden de desarme en mayo de ese año. El Toro fue acusado de abusos y de involucrarse en actividades ilícitas, a pesar de haber sido comandante de la policía municipal. Actualmente se atribuye a Germán Ramírez estar implicado en narcotráfico.
Cemeí fue designado integrante de la policía rural que formó el entonces comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo. Al ex líder de autodefensas no le agradó esto e incursionó en política; a mediados de 2018 fue candidato a diputado local en el distrito de Coalcomán por el Partido Acción Nacional, y perdió la elección.
Entonces aseguró que se dedicaría a cultivar papaya en un predio cercano a los límites con Colima. Ante las fechorías de El Toro, emprendió la lucha nuevamente junto con Agustín Villanueva y en la región nahua se habló de algunos enfrentamientos.
En noviembre de 2019 corrieron versiones de que Cemeí fue víctima de un atentado. Esto fue desmentido y se le vio en Morelia días después. Ex compañeros de Cemeí aseguran que éste anda en malos pasos del lado de Jalisco
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En la región de Aquila sólo el comandante Tetos, que estuvo con autodefensas de Coahuayana (municipio vecino de Aquila), mantiene gente armada para impedir el retorno de grupos delictivos. La zozobra persiste, las comunidades nahuas siguen amenazadas y nada bueno se espera de las guardias comunitarias que hace siete años comenzaron a combatir al crimen organizado y ahora se dedican a delinquir.