La Confederación de Trabajadores de México (CTM) reunió a la plana mayor priísta y a unos 20 mil agremiados –de acuerdo con cifras de la misma agrupación– para su Congreso Nacional Extraordinario, en el que celebraron su 84 aniversario. Al cerrar el acto como invitado de honor, y tras reiterar que resolverá el problema de las pensiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador no descartó dar marcha atrás a acuerdos tomados bajo otra política, que afectaron a los trabajadores.

Bajo un sol a plomo en el Monumento a la Revolución, el dirigente cetemista, Carlos Aceves del Olmo, sostuvo que ya no está enfermo y regresó a retomar todas sus tareas: Antes era ya pesado para los secretarios (de la CTM), exigía mucho, pero hoy regresé más cabrón.

Lo acompañaron siete gobernadores del tricolor (Coahuila, Guerrero, San Luis Potosí, estado de México, Hidalgo, Colima y Oaxaca); el de Querétaro, Francisco Domínguez (PAN), y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum (Morena). También acudió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, y senadores priístas, junto con Alejandro Moreno, líder nacional esta fuerza política de la que forma parte la CTM como una de sus estructuras.

Los sindicalizados arribaron desde las 7 de la mañana para un encuentro previo en la sede nacional de la CTM. En los alrededores de la central obrera, decenas de camiones ocuparon las calles de la colonia Tabacalera.

Con el arribo del jefe del Ejecutivo, también hicieron presencia integrantes de su gabinete, como las secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; del Trabajo, Luisa María Alcalde; de Energía, Rocío Nahle; de Bienestar, María Luisa Albores, y de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, así como el canciller, Marcelo Ebrard; el jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo, y los directores del IMSS, Zoé Robledo, y del Infonavit, Carlos Martínez.

Al recordar la fundación de esta Confederación sindical, el 24 de febrero de 1936, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, el presidente López Obrador señaló que uno de los principales logros en beneficio del sector obrero es el aumento al salario mínimo avalado en su administración tras un acuerdo con los representantes empresariales y sindicales.

Ya los empresarios del México de hoy no son explotadores o esclavistas como lo eran en el Porfiriato, ahora la mayoría tienen dimensión social, actúan con justicia y con humanismo, y esto debemos de reconocerlo, expresó el jefe del Ejecutivo.

Además, insistió que en su gobierno se atenderá el problema de las pensiones, de común acuerdo con los empresarios y con los dirigentes de los trabajadores, “y no descartamos dar marcha atrás a acuerdos que se tomaron cuando era otra la política, que afectaron a los trabajadores. Vamos a revisar contratos, vamos a revisar todo el marco legal a partir de la nueva Ley del Trabajo, siempre para beneficio de los trabajadores.

Con los trabajadores, todo; sin ellos, nada.

Por su parte, el líder de la CTM también convocó a modificar el sistema de pensiones para que no tengan el objetivo de ayudar a los trabajadores a bien morir o completar el sueldo después de la jubilación.

Aseveró que esta organización ha estado del lado correcto de la historia a lo largo de su existencia, y aunque México se pierde constantemente en nuestras diferencias, es tiempo de construir el futuro que merecen los trabajadores a partir de nuestras coincidencias; aunque la afiliación política sea distinta, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.