Termina era Polevnsky // Gana Bertha Luján // Confirman a Ramírez Cuéllar // AMLO continúa el activismo
antada estaba su suerte. Yeidckol Polevnsky Gurwitz había dejado de ser funcional como encargada de la presidencia del comité nacional de Morena. Las semanas recientes subrayaron su condición de desahucio político, de errancia, de vagar sin la brújula y el timón de mando (con código postal en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México) que le habían mantenido viva y vigorosa en la jungla morenista donde ahora se ha cedido su cabeza política.
Polevnsky llegó a la secretaría general del comité nacional de Morena que presidiría Andrés Manuel López Obrador de 2015 a 2017, en su carrera programada hacia la candidatura presidencial de 2018. Cuando el tabasqueño dejó la dirigencia partidista, para formalizar su aspiración de despachar desde Palacio Nacional, Yeidckol pasó de la secretaría general al interinato de la presidencia del partido. No se le relevó porque la ley permite que en periodo electoral las organizaciones partidistas puedan sostener los órganos de dirección, para no afectar sus tareas rumbo a las urnas.
Ahora, el tribunal electoral federal ha determinado que tiene plena validez jurídica el congreso nacional extraordinario que una facción de Morena organizó para elegir a Alfonso Ramírez Cuéllar como sustituto provisional, con el encargo de convocar a elecciones en pocos meses. Esa facción ha sido liderada por Bertha Luján, presidenta del consejo nacional que ha asomado como aspirante oficialista a dirigir Morena durante un periodo completo. No puede haber duda: en el encontronazo entre Yedickol y Bertha, esta última triunfó y habrá de verse si continúa su promovida marcha victoriosa hasta quedarse con el poder formal en Morena.
Pragmática al extremo, con tintes excesivos y artificiales de ideologización izquierdista que no corresponden con su origen de representante empresarial ni su historia política antes de convertirse al andresismo, Polevnsky aceptó el papel de villana en cuanto a acercar al morenismo a personajes impresentables que, sin embargo, resultaban necesarios para la elección presidencial por su capacidad económica, de movilización (acarreo) y de tramoya comicial.
Sin embargo, ese rol de fusible cumplió su cometido electoral y Polevnsky quedó sin utilidad rumbo a la siguiente cita con las urnas. Sus recientes anuncios de alianzas políticas resultaron disonantes: con Clara Luz Flores, priísta ella, esposa de Abel Guerra, un priísta dinosáurico de toda la vida en Nuevo León, abriéndole la puerta a la posibilidad de que sea candidata morenista a gobernar esa entidad; con Jesús Vizcarra Calderón, dueño del poderoso Grupo SuKarne, empresario pesado en Sinaloa, aliado de priístas y similares, también con la idea de hacerlo candidato a gobernador, o con Rafael Ochoa, quien fue mano derecha de Elba Esther Gordillo, ejemplo de disciplina
priísta, panalista y elbista.
A Ramírez Cuéllar le toca un papel breve, pero que puede ser sustancioso. Tal vez intente desmontar o cuando menos desmotivar las alianzas
torcidas que Polevnsky instaló por todo el país. Y sería muy significativo que reavive de inmediato las tareas de formación política, debate ideológico y apoyo inteligente a la 4T desde la plataforma natural que es el partido presuntamente en el poder.
En cuanto a los próximos comicios, es probable que no deba haber mayor preocupación: el secretario de acción electoral de Morena mantiene control mediático a través de conferencias mañaneras, recorre el país entregando beneficios asistenciales, impone la agenda política nacional (salvo en el tema de la marcha y el paro feminista de marzo) y con Morena o sin este partido, pero con un abanico de opciones partidistas antiguas y nuevas en las que tiene injerencia, habrá de obtener resultados importantes en las elecciones intermedias de 2021.
Y, mientras Mario Delgado ha informado que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos designó, entre enredos, a Carla Astrid Humphrey Jordan (quien declinó) y a John Mill Ackerman Rose para integrar el comité técnico de selección de aspirantes a consejeros del INE, ¡hasta mañana!
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